De igual forma que en la eurozona, el consumo privado mostrará el agotamiento de la flexibilización de las restricciones de apertura, horario y capacidad en el sector servicios. Más importante aún, la inflación ha reducido el poder de compra de los salarios.
Llevamos varios meses alertando sobre la estrategia de maquillaje de las cifras del paro del Gobierno:
Llevamos varios meses alertando sobre la estrategia de maquillaje de las cifras del paro del Gobierno. Fedea, en un informe reciente, lo confirma.
— Daniel Lacalle (@dlacalle) December 3, 2022
Esconder inflación y paro, un fracaso económico y políticohttps://t.co/w2dX7uSKFt
La desaceleración del empleo (1,1% en 2023, frente al 3,3% en 2022) y de las horas trabajadas llevarán a una disminución de la renta disponible de los hogares, en términos reales, de casi un 8% (entre septiembre de 2021 y marzo de 2023)
El aumento en precios también contraerá la capacidad adquisitiva de la riqueza de las familias, tanto de la financiera como de la inmobiliaria lo que, de igual manera, afectará negativamente a la disposición a consumir durante los próximos meses. Asimismo, la actualización de las cuotas hipotecarias traerá incrementos en la cantidad de recursos destinados al pago por intereses.
Esto afectará particularmente al gasto a final de año y principios del siguiente, cuando el efecto sobre el consumo podría rondar en alrededor de 1 punto porcentual. A todo lo anterior, hay que añadir la incertidumbre relacionada con el contexto geopolítico y, hacia delante, con la política económica conforme avance el ciclo electoral.