Las emisiones de deuda efectuadas en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) se situaron en 9.584 millones de euros, lo que supone un descenso del 7 % respecto a las cifras de 2019 (10.348 millones). La mayor parte de este importe correspondió a emisiones de pagarés (90 %) realizadas por 62 entidades (2 más que en 2019), entre las que se encuentran compañías como El Corte Inglés, MásMóvil, Grupo Barceló o Sacyr. Es destacable el mayor dinamismo de las emisiones de otros activos de deuda (bonos y obligaciones no convertibles, cédulas hipotecarias y bonos de titulización) en el cuarto trimestre del año respecto a la tendencia observada en meses anteriores.
La crisis del COVID-19 ha complicado el desarrollo del negocio bancario, al hacer probable el aumento de la morosidad
La cuenta de resultados, con base en datos individuales, de las entidades de depósito españolas mostró unas pérdidas acumuladas de 3.094 millones de euros a lo largo de 2020, frente a los beneficios de 13.530 millones en 2019.
Además del deterioro del margen bruto, que se explica por el descenso del margen de intereses y de los rendimientos de instrumentos financieros, se produjo un sustancial aumento de las pérdidas por el deterioro de activos financieros (de 3.987 millones en 2019 a 11.280 millones en 2020) y por las pérdidas de valor del resto de los activos (de 2.233 millones en 2019 a 6.955 millones en 2020).
Prime Book, la élite de los clientes de Goldman muy negativos. Bueno por ley de sentimiento contrario. Niveles de negatividad cercanos a la crisis del COVID. pic.twitter.com/sXJPap18D8
— José Luis Cárpatos (@carpatos) May 18, 2023
La financiación total de las entidades de crédito17 al sector no financiero residente (empresas y hogares) experimentó un avance del 3,1 % en 2020, que se explica exclusivamente por el incremento de la financiación a las sociedades no financieras, que fue del 6,1 % (2 % en 2019)
Por el contrario, la financiación a los hogares descendió un 0,6 % (frente al leve avance del 0,2 % en 2019). El fuerte incremento de la financiación a las sociedades no financieras se explica en el contexto de la crisis, en el que los préstamos pasaron de mostrar tasas de variación anual negativas en los 2 primeros meses del año a tasas próximas al 8 % desde mayo, con poca variación desde entonces. En esta evolución tuvo un papel importante la línea de avales públicos gestionada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO18).
La financiación de las sociedades a través de valores de deuda también fue significativa (7,6 % en diciembre), aunque creció a menor ritmo que a principios de año y en ejercicios previos (entre el 14 % y el 16 %). Por su parte, el leve descenso de la financiación a los hogares se debió al mantenimiento de la contracción del saldo vivo de préstamos para la adquisición de vivienda (-1,1 % en diciembre, aunque llegó a caer un 1,9 % en junio) y a la notable desaceleración de los préstamos destinados a otros fines, sobre todo consumo, que pasó de crecer a tasas superiores al 4 % a principios de año a tasas del 0,6 % en diciembre.