Tras dos años de un fuerte crecimiento por encima de la media de los últimos 20 años, la economía portuguesa completó la recuperación hasta niveles prepandemia. Portugal cierra 2022 con un crecimiento de +6,9% en el año (ratio PIB 2022/2019: ~103%), significativamente por encima del registrado en la Eurozona.
Estas cifras fueron fruto de un fuerte repunte en el Consumo Privado (+5,8% a/a) y en las Exportaciones (+17,3%), que han beneficiado de la demanda reprimida durante la pandemia y de la recuperación del Turismo
Aunque en el 2023 Portugal va a enfrentar un ambiente de incertidumbre, los riesgos empiezan a disminuir y el entorno es mejor de que en el año anterior. Por eso, tras haber revisado a la baja nuestras estimaciones del PIB en el trimestre anterior, ahora mantenemos las proyecciones: +0,9% a/a en 2023e y +2,0% en 2024e.
Por el lado de la inflación, la revisión se hace a la baja hasta +5,0% en 2023e (+5,7% anterior) y +3,5% en 2024e (+3,6% anterior). Por el lado del paro, las cifras se revisan al alza en 2023 (7,0% vs 6,8% anterior) y se repite en 2024 (6,7%).

Gráfico con los datos del Sentimiento Económico y estimativas de PIB
El Consumo, la Formación Bruta de Capital y la Balanza Comercial, que fueron las fuerzas motrices del crecimiento en el 2022, serán ahora impactadas por el entorno
El nivel de precios elevado, el proceso de subida de tipos y la inevitable desaceleración económica que resulta, deterioraran las componentes que permitieron a Portugal los crecimientos extraordinarios de los últimos dos años. Con relación al Consumo, este entorno resulta en la disminución del rendimiento disponible de las familias. La inflación que, aunque estimemos una fuerte caída, se mantendrá a niveles históricamente elevados, impacta el rendimiento real que – a pesar de los auxilios del gobierno – seguirá cayendo. Por el lado de la política monetaria, el proceso de subidas de tipos de los bancos centrales aproximase ya del final.