La moderación de las presiones inflacionistas es insuficiente. El IPC retrocede por octavo mes consecutivo y se sitúa en 6,0% en febrero vs el pico de 9,7% en junio 202. Pero esta moderación es insuficiente y el IPC se mantiene claramente por encima del objetivo de la Fed.
El PCE Subyacente, medida favorita de inflación de la Fed, tambien desacelera (4,7% vs 5,4% en marzo 2022), pero sigue por encima del objetivo del 2% del banco central. Sin señales de desaceleración en la inflación de servicios ex-vivienda

Gráfico con los datos del IPC y PCE
Los retrocesos en el IPC se prodecen gracias a mejoras en cuellos de botella y a menores precios de energía. La inflación en servicios de vivienda empezará a desacelerar a partir de 2024 a medida que entren en vigor los nuevos contratos de arrendamiento con renovaciones con precios más moderados. Pero la inflación de servicios ex-vivienda, ligada a los salarios y que representa más de la mitad del consumo básico, no muestra señales de desaceleración y se convierte en el principal foco de preocupación de la Fed.
Las presiones inflacionistas se moderan, pero los avances son insuficientes Preocupa la inflación de los servicios ex -vivienda
El desequlibrio en el mercado laboral persiste y dificulta el objetivo de control de precios. La tasa de desempleo (3,6%) se situá cerca de los mínimos de los últimos 50 años y la demanda de empleo excede a los trabajadores disponibles en más de 4,8 mn (3% de la fuerza laboral). En este contexto,. los salarios suben (+4,6%) por encima del nivel consistente con una inflación al 2% y a las ganancias en productividad. La creación de empleo se mantiene sólida y con altas vacantes disponibles.
La creación de empleo se ha moderado algo en los últimos meses (265k en febrero vs 377K de media en 2022) pero sigue siendo superior al ritmo necesario para acomodar el crecimiento de la población (100k/mes)
Además, las vacantes disponibles se reducen algo pero siguen en niveles elevados. Por cada desempleado existen 1,9x vacantes disponibles. Restaurar el equilibrio en el mercado laboral requiere de nuevas subidas de tipos para moderar la demanda. Mantener un crecimiento por debajo del potencial que permita recuperar el equilibrio y controlar la inflación requiere el mantenimiento de una política monetaria restrictiva. Unos tipos de interés mayores desincentivan la creación de empleo y el número de trabajos disponibles, presionando a la baja a los salarios.