Estos aumentos en los volúmenes de negociación se explican por el fuerte incremento en el número de operaciones efectuadas, pues el valor mediano por operación registró una disminución significativa tras el estallido de la crisis del COVID-19.
Así, en marzo de 2020 la cantidad de operaciones de compra se multiplicó por más de cuatro, y la de ventas lo hizo por más de dos con respecto a la media de 2019. En los siguientes meses se observó un retorno hacia los valores iniciales, pero a finales de 2020 seguían siendo superiores a los valores anteriores a la crisis.
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— Dante (@Dante27455639) March 20, 2023
Las vacunas COVID-19 pueden causar 'discapacidades permanentes', dice el ministro de salud alemán pic.twitter.com/8UeWe35RXy
Fuente: Transaction reporting
Número de nuevos inversores en relación con el Ibex 35
Otro aspecto a destacar a raíz de la crisis fue la incorporación masiva de nuevos inversores minoristas al mercado, sobre todo los días en los que el Ibex 35 registraba sus caídas más intensas (véase gráfico R1.2). De media, en la etapa precrisis el número de nuevos inversores era de aproximadamente 1.630 al día, mientras que en marzo hubo jornadas en las que se registraron entradas de más de 9.000 inversores nuevos al día. Las características demográficas de estos nuevos inversores (siendo la edad y el género las dos características que los datos permiten analizar de forma natural) varían ligeramente con respecto a las del conjunto total de inversores. En particular, su edad media es inferior, así como la proporción de hombres que operan en el mercado (aunque dicha proporción continúa siendo mayoritaria).
Fuente: Transaction reporting. Elaboración propia
Como consecuencia de esta evolución, se observó una cierta modificación respecto a la relevancia de la participación del inversor minorista en los mercados de acciones, aunque dentro de unas proporciones reducidas
Así, la participación del inversor minorista en la negociación del mercado —que se situó de media en 2019 y 2020 en el 5,5 % de la operativa total— experimentó aumentos importantes durante la crisis, sobre todo en los primeros momentos. En la primera ola esta participación del minorista alcanzó el 9,5 % para las operaciones de compra y el 6,5 % para las de venta, con máximos en algunos sectores que multiplicaban hasta por 3 los datos precrisis. Al cierre de 2020 estas proporciones se habían reducido, aunque continuaban siendo superiores a las observadas antes de la pandemia. Además, resulta importante destacar que los inversores minoristas reforzaron significativamente su presencia en empresas y sectores más volátiles o castigados por la pandemia (los dependientes del turismo o del sector financiero), con la expectativa de obtener un rendimiento futuro en un contexto de recuperación.
Según el Informe anual sobre la propiedad de las acciones cotizadas publicado por Bolsas y Mercados Españoles (BME), la relevancia de las familias en relación con la propiedad de las acciones solo registró un leve incremento
A pesar de ello, según el Informe anual sobre la propiedad de las acciones cotizadas publicado por Bolsas y Mercados Españoles (BME), la relevancia de las familias en relación con la propiedad de las acciones solo registró un leve incremento, hasta el 17,1 %, en 2020 (esta proporción está muy alejada de los datos de años previos, casi siempre por encima del 20 % y con máximos cercanos al 35 %).