La política monetaria ultraexpansiva impulsada por el BCE a partir de marzo de 2020 para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 contribuyó a atajar las tensiones producidas en el mercado de deuda y el consiguiente repunte de los tipos de interés en las primeras semanas de la crisis.
Como se ha comentado anteriormente, las medidas fueron aumentando en duración y alcance a lo largo de todo el año, y permitieron que los tipos de interés no solo retornaran a los niveles mínimos previos a la crisis, sino que cerraran el año marcando nuevos mínimos históricos en muchos casos.
Así, la rentabilidad de la deuda pública finalizó el ejercicio con bajadas respecto al nivel de cierre de 2019 en todos los plazos, con lo que enlaza seis ejercicios consecutivos de caídas
La mayoría de las referencias mostraron rendimientos en terreno negativo, que se extendieron hasta el plazo de 10 años durante algunos días de diciembre, aunque finalmente acabaron el ejercicio en positivo (0,05 %). La rentabilidad más baja correspondió a las letras a 3 meses (-0,7 %), y las mayores caídas en el año se registraron en el plazo de 5 años, que pasó del -0,06 % al -0,42 %, y en el de 10 años (del 0,45 % al 0,05 %).

Tabla con los datos de los tipos de interés de la deuda pública
Esta caída de los tipos de interés en todos los plazos se ilustra en el desplazamiento de la curva de tipos de la deuda pública, que se produjo fundamentalmente en la segunda mitad del año
Como se observa en el gráfico 2.2.1 la curva a finales de 2020 muestra un desplazamiento significativo y hacia abajo respecto a la observada en diciembre de 2019. Debido a la elección de las fechas de las curvas representadas (cierres de semestre) no se aprecia el repunte de rentabilidad comentado, que se produjo en marzo y abril, en los primeros momentos de la crisis, antes de que empezaran a surtir sus efectos las medidas puestas en marcha por el BCE.
La prima de riesgo soberano —medida como la diferencia entre la rentabilidad del bono soberano español y el alemán a 10 años— aumentó de forma brusca en los primeros momentos de la crisis, hasta alcanzar un máximo en abril de 156 puntos básicos (p.b.)
A partir de entonces se fue moderando y finalizó el año en niveles similares a los anteriores a la crisis: 63 p.b. al cierre de 2020 frente a 66 p.b. al cierre de 2019 (véase gráfico 2.2.2). Asimismo, la prima de riesgo soberano estimada utilizando el CDS del bono soberano español —cuyo mercado es menos líquido que el del bono subyacente— siguió la misma tendencia, repuntando inicialmente de forma más acentuada hasta alcanzar un máximo de 167 p.b. en marzo y disminuyendo progresivamente a lo largo del último semestre, para situarse al cierre de 2020 en 43 p.b., un nivel similar al de finales del año anterior (41 p.b.).