El brote sí impactará, pero no significará un golpe apocalíptico. Hay razones para ver mejores panoramas gracias a actores económicos clave.
La semana pasada la Reserva Federal [FED] recortó la tasa de referencia de corto plazo hasta dejarla en un rango de entre 0% a 0,25%; otro tanto inyectó alrededor de US$ 1,5 billones en REPOS en valores y monedas tras subastar estos instrumentos en el mercado bancario; finalmente, el banco central estadounidense estudia lo que el trading llama “la bazuca” monetaria o un plan de relajación cuantitativa que tiene como objetivo trasladar dinero a la economía real.
Se trata de un paquete de estímulos sólo comparable a la relajación cuantitativa del 2008. El Banco de Japón y el de China, harán lo mismo; otro tanto hará el ahora independiente Banco de Inglaterra.
En otra orilla, el Fondo Monetario Internacional [FMI] echará mano de sus fondos para apoyar –desde el frente fiscal- a las economías globales y regionales: sobre todo a las más vulnerables e inclusive a aquellos que no son miembro del pacto con el FMI.
Estas inyecciones, recortes de tasas, relajamientos monetarios, compras de activos de terceros hacen suponer un escenario auspicioso de la economía que contrasta con los titulares alarmistas y esparcidores de pánico que más juegan a favor de especuladores del mercado que de las economías.
Mi comentario: