La inflación cambia de composición. Tanto por efectos base como por la distensión de los precios energéticos que viene consolidándose en los últimos meses, la presión alcista de la energía está desvaneciéndose y, en marzo, la inflación general de la eurozona cayó con fuerza hasta el 6,9% (–1,6 p. p.), con la primera contribución negativa de los precios energéticos desde 2021.
En cambio, la inflación núcleo (que excluye energía y alimentos) aceleró hasta el 5,7% (+0,1 p. p.) y da señales de mayor persistencia de lo esperado
Por otro lado, aunque en las etapas iniciales de formación de precios ya hay señales visibles de desinflación (cuellos de botella normalizados, menores presiones en los precios internacionales de los alimentos, desaceleración generalizada de los precios de producción y moderación en los precios que, según las encuestas, esperan fijar las empresas), estas son todavía demasiado débiles en los precios finales.
"Gestiona" mejor, dice...
— Daniel Lacalle (@dlacalle) April 30, 2023
- El mayor aumento de deuda y sin recuperar el PIB de 2019
- Inflación acumulada 14,2%
- Tarifa eléctrica 22% más cara que media UE
- Mayor tasa de paro y subempleo de UE.
- Mayor pérdida de poder adquisitivo de OCDE pic.twitter.com/iaYkRNsQ60
La actividad resiste mejor de lo esperado
A la espera de la publicación del PIB del 1T 2023 este viernes 28 de abril, todo apunta a que la eurozona habrá conseguido crecer (aunque modestamente) en el primer tramo del año. Las encuestas empresariales se han mantenido sostenidamente en zona expansiva en lo que va de año (PMI compuesto en los 52 puntos en el promedio del 1T y 54,4 en abril), empujadas por los servicios(el PMI de manufacturas sigue en zona contractiva), mientras que la tasa de paro continúa en un mínimo del 6,6% en un contexto de crecimiento de la participación laboral (la tasa de empleo alcanzó un máximo del 75% en el 4T 2022).
Los mercados financieros han recuperado una cierta calma después de las turbulencias vividas en marzo a raíz de la caída de SVB
Los principales índices bursátiles han vuelto niveles pre-SVB, mientras que las primas de riesgo soberanas de la eurozona siguen estables y en niveles contenidos. Por su parte, las expectativas de tipos monetarios todavía se resienten del episodio (ahora cotizan un tipo depo del 3,75% a finales de 2023, frente al 4,25% que ponían en precio a principios de marzo), y ello se refleja en unos niveles de tipos de interés soberanos más bajos. Las tensiones aún persisten en segmentos de mercado más concretos, como la renta fija corporativa de mayor riesgo.