Los PMI e ISM del sector servicios se situaron claramente por encima de los 50 puntos, en el terreno expansivo, mientras que los manufactureros se situaron algo por debajo de este umbral. Asimismo, los indicadores de confianza de los hogares se mantuvieron estables en niveles no muy boyantes, pero ligeramente superiores a los del 4T 2022.
Estos datos, aunque no muestran una economía especialmente dinámica, sí que reflejan una mejora con respecto a las perspectivas que muchos analistas tenían para el arranque de año. De hecho, la previsión del Nowcasting de la Reserva Federal de Atlanta de un crecimiento del 0,5% intertrimestral en el 1T se sitúa claramente por encima de lo esperado a principios de trimestre, donde buena parte del consenso esperaba una contracción del PIB.
La inflación subyacente sigue siendo elevada y, en términos interanuales, repuntó en marzo una décima hasta el 5,6%
En términos intermensuales se desaceleró ligeramente (del 0,5% al 0,4%), todavía en niveles elevados. Eso sí, hay algunos signos que sugieren que podríamos estar en los inicios de una senda desinflacionista: por ejemplo, el precio de los alquileres, con un peso de más del 30% de la cesta, se moderó ligeramente (desde el 0,8% al 0,6%) y podría indicar tentativamente las primeras señales del efecto en la cesta del IPC del enfriamiento del sector inmobiliario.
Por otro lado, la inflación general prosiguió su tendencia a la baja gracias, mayoritariamente, a la moderación de los precios energéticos y se situó en el 5,0% interanual.
Jeffrey Sachs, profesor de Economía estadounidense, con prestigio mundial, expone su análisis sobre la guerra mundial que se libra en #Ucrania entre #EEUU y #Rusia.
— Pedro Baños Bajo (@geoestratego) April 22, 2023
Relacionado con ello, también habla sobre #China, la #UE y los efectos en la economía.
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En el tensionado mercado laboral también encontramos señales incipientes de desaceleración
La creación de empleo se moderó en marzo hasta los 236 mil nuevos empleos desde los 326 de febrero, alcanzando un ritmo más similar a los promedios históricos. Asimismo, la demanda de empleo, medida con las vacantes de empleo, cayó en más de 600 mil y la ratio de vacantes por persona desempleada descendió hasta el 1.7, un nivel todavía muy superior a la norma histórica pero inferior al 2 alcanzado a finales de 2022. Estas cifras nos muestran un mercado laboral todavía tensionado pero que está gradualmente normalizándose.