PANORAMA AGRÍCOLA SEMANAL
Otra fuerte caída de los precios del trigo, la tercera consecutiva, fue el hecho destacado de la semana, cuando la cosecha 2022/2023 se generaliza en el hemisferio Norte y mientras un volumen remanente 2021/2022 más grande de lo previsto comienza a quedar en evidencia. El segmento también fue muy negativo para el maíz de la nueva campaña, golpeado por la liquidación de posiciones de los fondos y por el progreso de la cosecha en Brasil. Para la soja hubo ligeros altibajos y una debilidad que no logró quebrarse incluso tras el recorte de área sembrada en EE.UU. previsto por el USDA. Cabe tener en cuenta que el lunes es feriado en Estados Unidos por la celebración del Día de la Independencia. En el mercado argentino el resultado también fue adverso para las cotizaciones de los granos, con las mayores caídas sobre el trigo y el maíz.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
| Viernes 1º de julio | Viernes 24 de junio | Variación en % |
Petróleo | 108,38 | 107,06 | +1,23 |
Dólar/Euro | 1,0428 | 1,0554 | -1,19 |
Real/Dólar | 5,3220 | 5,2423 | +1,52 |
Peso/Dólar* | 125,25 | 124,04 | +0,98 |
*Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación
SOJA
Tras el cierre de la cosecha, los precios de la soja argentina volvieron a cerrar la semana en baja en el mercado físico, con una transición de las propuestas de los compradores que fue de 385 a 380 dólares por tonelada (de 47.755 a 47.595 pesos) para el Gran Rosario; de 375 a 370 dólares para Bahía Blanca, y de 380 a 370 dólares por tonelada para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 47.378, mientras que para el inicio de la semana comercial fue fijado en $ 46.395. En su última referencia semanal, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 388,10 dólares por tonelada, equivalentes a 48.520 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 612 a 597 dólares por tonelada; el del aceite, de 1441 a 1376 dólares, y el de la harina, de 473 a 480 dólares por tonelada.
La tónica bajista semanal para la soja también se reflejó sobre el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y noviembre perdieron un 1,15 y un 1,78%, al pasar de 391,50 a 387 y de 393,50 a 386,50 dólares por tonelada. Para el contrato mayo la caída fue del 1,05%, tras una variación de 362,30 a 358,50 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 29 de junio al 17 de julio, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario 1.638.427 toneladas de harina y 181.300 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 129.650 toneladas de poroto; desde Necochea, 125.127 toneladas de poroto, y desde otros puertos, 40.000 toneladas de poroto y 13.700 toneladas de harina.
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Tras las importantes bajas de la semana anterior, los precios de la soja terminaron el segmento comercial con ligeros altibajos en Chicago, donde mientras la posición julio sumó un 0,94%, al pasar de 591,85 a 597,45 dólares por tonelada, el contrato agosto perdió un 0,72%, tras variar de 558,78 a 554,74 dólares. El cierre semanal también mostró altibajos para los subproductos de la soja, con una caída del 3,74% para la posición agosto del aceite, de 1475,54 a 1420,42 dólares por tonelada, y con un alza del 2,60% para el mismo contrato de la harina, de 453,49 a 465,28 dólares.
Dado el carácter técnico que ya asumió la posición julio en el mercado, lo relevante es entender el cierre bajista de agosto, que también fue el recorrido de los contratos correspondientes a la nueva cosecha. En ese sentido, en pleno mercado climático, algunas lluvias registradas durante la semana sobre el Medio Oeste y los pronósticos extendidos de 8 a 14 días, que auguraron tiempo caluroso pero con precipitaciones superiores a las marcas usuales, tuvieron parte de la responsabilidad bajista, muy exacerbada el viernes por los fondos de inversión con una importante liquidación de contratos, que también fue común sobre los mercados de maíz y de trigo.
También continuaron siendo factores bajistas para la soja la calma de la demanda china, que se reflejó sobre otro más reporte semanal de exportaciones estadounidenses, y la persistente devaluación del real frente al dólar, que continúa potenciando la competitividad de las ventas externas de Brasil, al tiempo que estimula a los productores de ese país para desprenderse de sus granos.
Todos estos factores bajistas hicieron pasar desapercibido el importante e inesperado ajuste hecho el jueves por el USDA sobre su previsión de área sembrada con soja en Estados Unidos, que fue de 36,81 a 35,74 millones de hectáreas, un dato que resultó inferior a los 36,60 millones previstos por los privados y que incluso quedó afuera del rango proyectado por éstos, que fue de 35,91 a 37,38 millones de hectáreas.
Bien pudo interpretarse como negativo el hecho de que el USDA relevara también el jueves las existencias estadounidenses de soja al 1º de junio en 26,43 millones de toneladas, levemente por encima de los 26,26 millones previstos por los privados y un 26,28% arriba de los 20,93 millones de igual momento de 2021.
Como señalamos anteriormente, el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, en esta ocasión para el segmento del 17 al 23 de junio, fue negativo, dado que el USDA relevó el jueves cancelaciones de ventas de soja 2021/2022 por 120.200 toneladas, frente a ventas efectivas reportadas la semana anterior por 29.300 toneladas y a un rango previsto por los privados que fue desde cancelaciones por 100.000 toneladas a ventas por 300.000 toneladas. En cuanto al ciclo 2022/2023, relevó ventas por 127.600 toneladas, por debajo de las 265.000 toneladas del trabajo anterior y cerca del mínimo estimado por los operadores, en un rango que fue de 100.000 a 500.000 toneladas.
En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA relevó el progreso de la siembra de soja sobre el 98%. En su valoración sobre la condición de las plantas ponderó el 65% en estado bueno/excelente, por debajo del 68% de la semana anterior, pero arriba del 60% de igual momento de 2021. El dato oficial fue inferior al 68% previsto en promedio por los privados. Según el organismo, atraviesa la floración el 7% de las plantas, frente al 13% de 2021 para la misma fecha y al 11% promedio de las cuatro campañas precedentes.
Desde el martes, luego del feriado del lunes en Estados Unidos por el Día de la Independencia, el rumbo de los precios de la soja estará marcado por la evolución del clima y por la actitud que asuman los grandes fondos de inversión, en medio de los temores por un posible proceso recesivo en la economía estadounidense, que se encuentra lidiando con el brote inflacionario más importante en 40 años.
Respecto de Brasil, el viernes StoneX elevó de 124,40 a 127 millones de toneladas su previsión sobre el volumen final de la cosecha de soja 2021/2022. En sus respectivos informes de junio, el USDA y la Conab estimaron la producción brasileña en 126 y en 124,27 millones de toneladas. Mientras para sobre el ciclo 2022/2023, según un relevamiento hecho por Reuters entre privados, la intención de siembra sería de 42,20 millones de hectáreas, un 3% superior a la del ciclo 2021/2022. En promedio, los encuestados ubicaron el volumen de la nueva cosecha en 147,90 millones de toneladas, con un incremento de más de 20 millones. En su último informe mensual el USDA calculó la próxima cosecha brasileña en 149 millones de toneladas.
MAÍZ
Mientras gana ritmo la cosecha, los precios del maíz cerraron otra semana en baja en el mercado físico argentino, donde las propuestas de los exportadores retrocedieron de 240 a 220 pesos (de 29.770 a 27.555 pesos) para el Gran Rosario; de 255 a 235 dólares para Bahía Blanca, y de 250 a 235 dólares por tonelada para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 28.316, mientras que para el inicio de la semana comercial fue fijado en $ 27.408. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 289 a 266 dólares por tonelada.
La tónica bajista también fue importante para el maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre perdieron un 5,85 y un 7,02%, al variar de 238,50 a 224,50 y de 242 a 225 dólares por tonelada. El contrato abril, en tanto, cayó un 8,50%, luego de pasar de 229,50 a 210 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 29 de junio al 17 de julio, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario 1.689.540 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 709.400 toneladas, y desde Necochea, 128.053 toneladas.
Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el progreso de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 46,50% del área apta, demorada frente al 51,6% de igual momento de 2021 y al 59,7% promedio de los último cinco años. "Desde nuestro informe previo la recolección de cuadros de maíz mantuvo un buen ritmo de avance en toda el área agrícola nacional, con un progreso de 4,2 puntos porcentuales. A medida que el nivel de humedad de los granos desciende a valores óptimos, la cosecha se concentra sobre lotes tardíos y de segunda ocupación. A la fecha el rinde medio nacional se ubica en 70,2 quintales por hectárea. Frente a este panorama, mantenemos nuestra proyección de producción para la campaña 2021/2022 en 49 millones de toneladas", dijo la entidad.
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Luego de las importantes pérdidas de la semana anterior, los precios del maíz terminaron el segmento comercial de Chicago con mayoría de bajas, que fueron fuertes para las posiciones correspondientes al ciclo 2022/2023. Sólo julio exhibió un cierre positivo, del 0,57%, al pasar de 295,36 a 297,03 dólares por tonelada. Para el contrato septiembre la caída fue del 9,23%, tras variar de 268,79 a 243,98 dólares por tonelada. En las últimas dos semanas esta posición retrocedió un 16% desde los 290,44 dólares del viernes 17 de junio.
Sobre los quebrantos del maíz tuvieron una fuerte influencia los fondos de inversión, con una persistente liquidación de contratos en medio de la incertidumbre sobre el rumbo de la economía estadounidense, con chances de recesión y en medio de un brote inflacionario que la Reserva Federal espera poder contener con suba de tasas, entre otras medidas.
Pero también hubo fundamentos propios del mercado agrícola que explicaron la caída de las cotizaciones del maíz. Entre ellos, condiciones de tiempo que sin ser ideales, permiten una buena evolución de los cultivos sobre el Medio Oeste y sobre el este de las Grandes Planicies, zonas donde durante la semana hubo lluvias dispersas que mejoraron el balance hídrico de los suelos. Además, los pronósticos extendidos auguran chances de precipitaciones mayores a los registros usuales que, de concretarse, favorecerían la condición de las plantas, en pleno proceso de polinización.
También influyó –y lo continuará haciendo– en modo bajista el progreso de la segunda cosecha de maíz en Brasil, que vuelca sobre el circuito comercial un importante volumen de grano, sobre todo en momentos en los que la devaluación de real frente al dólar –suma tres semanas seguidas– favorece la competitividad de las exportaciones brasileñas, en detrimento de las estadounidenses.
Neutros resultaron para el maíz los informes publicados el jueves por el USDA. En cuanto a área sembrada, estimó el dato de maíz en 36,39 millones de hectáreas, muy cerca de los 36,37 millones previstos por los privados y levemente por encima de los 36,22 millones proyectados en marzo. Y respecto de las existencias al 1º de junio, las relevó en 110,39 millones de toneladas, también muy cerca de los 110,32 millones calculados por los operadores en la previa del trabajo oficial, pero un 5,71% arriba de los 104,43 millones de igual momento de 2021.
Aportó a la tónica bajista del maíz el reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses, donde el USDA relevó el jueves ventas de maíz 2021/2022 por 88.800 toneladas, por debajo de las 671.900 toneladas del informe anterior y del rango previsto por los privados, de entre 200.000 y 700.000 toneladas. Las ventas 2022/2023 fueron reportadas en 119.300 toneladas, abajo de 358.400 toneladas de la semana anterior y cerca del mínimo estimado por los operadores, en un rango que fue de 100.000 a 500.000 toneladas.
Respecto de los cultivos, el lunes el USDA ponderó el 67% del maíz en estado bueno/excelente, por debajo del 70% de la semana pasada, pero por encima del 64% de 2021. El dato oficial fue inferior al 69% previsto en promedio por los privados. Agregó que atraviesa la etapa de polinización el 4% de las plantas, frente al 4% de igual momento del año pasado y al 4% promedio.
En su reporte semanal, la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos redujo de 1.055.000 a 1.051.000 de barriles la producción diaria de etanol, un volumen que quedó debajo de los 1.058.000 barriles de igual momento de 2021, y ajustó las existencias del biocombustible de 23.476.000 a 22.746.000 barriles, una cifra que se mantuvo arriba de los 21.572.000 barriles vigentes a igual fecha de 2021.
Al igual que en el caso de la soja, la evolución del clima sobre las zonas productoras estadounidenses y la actitud que asuman los grandes fondos de inversión determinarán el rumbo de los precios del cereal en las próximas semanas, que mantendrán como lastre el progreso de la cosecha brasileña, que concentra la atención de los importadores. Vale recordar que recientemente Brasil logró el aval de China para entrar con su cereal en ese país, luego de remover barreras sanitarias que restringían el comercio del grano grueso brasileño.
Y respecto de Brasil, la Conab relevó el lunes el progreso de la primera cosecha de maíz sobre el 92,8% del área apta, frente al 90,8% de la semana anterior y al 93,1% de 2021. Y reportó el progreso de la segunda cosecha –es la que aporta poco más del 75% de la oferta total– sobre el 20,4% de la superficie, contra el 11,1% del informe precedente y el 9,8% del año pasado para la misma fecha. El viernes, StoneX elevó de 116,80 a 119,30 millones de toneladas su proyección sobre el volumen total de la cosecha de maíz, en buena medida por rindes mejores de los esperados en la safrinha. En sus informes de junio, el USDA y la Conab estimaron la producción brasileña de maíz en 116 y en 115,22 millones de toneladas.
TRIGO
En línea con el derrumbe externo, los precios del trigo argentino terminaron la semana con un balance muy negativo. En efecto, la transición de las propuestas de los exportadores por el grano disponible fue de 330 a 310 dólares por tonelada (de 40.933 a 38.828 pesos) para el Gran Rosario; de 335 a 310 dólares para Bahía Blanca, y de 330 a 310 dólares por tonelada para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 47.378, mientras que para el inicio de la semana comercial fue fijado en $ 46.395. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques en julio/agosto pasó de 475 a 450 dólares por tonelada y para despachos en diciembre/mayo, de 380 a 358 por tonelada.
En cuanto al trigo de la nueva cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, la retracción de las ofertas de los compradores fue de 305 a 280 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 310 a 280 dólares para Bahía Blanca, y de 300 a 280 dólares por tonelada para Necochea.
Igualmente adverso para los precios del trigo fue el cierre semanal en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y diciembre perdieron un 6,22 y un 7,21%, tras variar de 339,10 a 318 y de 305 a 283 dólares por tonelada. El contrato diciembre, que marca la entrada de la nueva cosecha, terminó junio con un quebranto del 17,9%, al pasar de 255,50 a 292 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 29 de junio al 17 de julio, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario 145.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 69.000 toneladas, y desde Necochea, 33.000 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA indicó que tras un progreso semanal de 11,6 puntos porcentuales, la siembra de trigo avanzó sobre el 73,5% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, demorada frente al 84,1% de igual momento de 2021 y al 77,8% de los cinco años precedentes. "Desde nuestra publicación previa, la siembra se concentró en el centro-este y en sur del área agrícola nacional. Las escasas lluvias registradas sobre el noreste del área agrícola durante la última semana permitieron continuar de manera parcial con el avance de las máquinas. Las demoras en el avance de la siembra citadas podrían acentuarse de no revertirse el escenario de déficit hídrico o, incluso, generar nuevos ajustes en la proyección de área", advirtió la entidad.
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Mientras progresa la cosecha de invierno, los precios del trigo estadounidense cayeron con fuerza por tercera semana consecutiva. En Chicago los contratos julio y septiembre perdieron un 10,01 y un 9,66%, al pasar de 339,42 a 305,43 y de 344,10 a 310,85 dólares por tonelada. En tanto que en Kansas las mismas posiciones cayeron un 8,21 y un 8,49%, luego de variar de 364,68 a 334,74 y de 366,79 a 335,65 dólares por tonelada.
El principal fundamento de la brusca caída de las cotizaciones del trigo es el progreso de la cosecha, ya no es sólo en los Estados Unidos, sino sobre todo el hemisferio Norte. La entrada del grano nuevo en el circuito comercial alivia la tensión con la demanda. Además, en función de lo visto en las recientes licitaciones internacionales, donde las ofertas resultaron mayores a las expectativas de los compradores, el mercado entró en la cuenta de que las existencias dejadas por el ciclo 2021/2022 serían bastante superiores a las pensadas, sobre todo en los proveedores de la Unión Europea. Al igual que en los mercados de soja y de maíz, la liquidación de posiciones de los grandes fondos de inversión exacerbó el movimiento bajista de los precios, que están en pleno proceso de sinceramiento.
En su informe semanal, el lunes el USDA marcó el progreso de la cosecha de invierno estadounidense sobre el 41% del área apta, frente al 25% de la semana pasada, al 31% de igual momento de 2021, al 35% promedio de las cuatro campañas precedentes y al 40% previsto por los privados. El 30% de los cultivos fue ponderado en estado bueno/excelente, sin cambios y lejos del 48% de igual momento de 2021. En cuanto a la siembra de primavera, su progresó fue relevado sobre el 98% del área, mientras que la proporción de plantas en estado bueno/excelente se mantuvo en el 59%, muy por encima del 20% de igual momento del año pasado, pero abajo del 60% estimado por los operadores.
Los reportes oficiales publicados el jueves por el USDA en cuanto a área y a stocks resultaron neutros para el trigo, dado que las nuevas cifras estuvieron dentro de las expectativas del mercado. La superficie cubierta fue estimada en 19,06 millones de hectáreas, frente a los 19,16 millones proyectados en marzo y a los 19,03 millones calculados por los privados. En tanto que las existencias al 1º de junio, inicio formal del ciclo 2022/2023 en Estados Unidos, el organismo las relevó en 17,96 millones de toneladas, levemente por encima de los 17,83 millones promediados por los operadores y de los 17,82 millones del informe mensual de junio, que marcó el cierre de la campaña 2021/2022.
Positivo fue el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, donde el USDA relevó el jueves ventas de trigo 2022/2023 por 496.700 toneladas, por encima de las 477.800 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, de entre 200.000 y 600.000 toneladas.
Acerca de lo señalado anteriormente sobre las licitaciones, se destacó el miércoles la aparición de Egipto, que primero tuvo un impacto alcista sobre los precios, por implicar la reactivación de compras por parte del principal importador mundial del grano fino, pero que pronto pasó a tener un impacto bajista, no por el interés egipcio, sino por el volumen de oferta que se presentó a la cita: poco más de 2,5 millones de toneladas aportadas por 15 firmas multinacionales, con preponderancia de trigo francés. Finalmente, Egipto compró 825.000 toneladas de trigo para embarques del 1º de agosto al 15 de octubre. Los precios (flete incluido) oscilaron de 429,90 a 439,80 dólares por tonelada y fueron inferiores a los 480 dólares pagados por este mismo comprador en su licitación del 1º de junio. Del total, 360.000 toneladas las vendió Francia; 240.000 toneladas Rumania; 175.000 toneladas Rusia, y 50.000 toneladas Bulgaria. Cabe recordar que en el cierre de la semana pasada Argelia compró 740.000 toneladas de trigo a un valor de 445 dólares por tonelada.
Otro dato que dejó entrever que trigo no falta fue el aportado por la Comisión Europea el viernes, que pese a reducir de 130,40 a 125 millones de toneladas su previsión sobre la producción de trigo blando 2022/2023 de la Unión Europea, mantuvo sin cambios, en 38 millones de toneladas, el cálculo de las exportaciones del bloque.
En este punto cabe destacar que la guerra en Ucrania fue aprovechada políticamente para generar un nivel de desinformación que afectó la toma de decisiones en el mercado de trigo. Es cierto que la salida de Ucrania como proveedor de trigo limitó la oferta del grano fino, sobre todo entre sus habituales compradores, pero sostener que por esa situación el mundo quedaba a las puertas de una grave crisis alimentaria, resultó una afirmación temeraria por parte de funcionarios de organismos internacionales e, incluso, de mandatarios de países que mantuvieron en sus reservas más trigo que en campañas anteriores, quizás, para venderlas a los precios más altos posibles, sin demasiados reparos sobre la crisis humanitaria denunciada. Ahora, mientras Ucrania sigue con sus puertos marítimos cerrados y con chances mínimas para alcanzar acuerdos con Rusia que habiliten corredores seguros para los buques graneleros, y cuando la oferta fluye desde países que recién comienzan con la nueva cosecha, el mercado se da un baño de realidad y los precios caen con fuerza.
En Francia, FranceAgriMer relevó el viernes el avance de la cosecha de trigo sobre el 5% del área apta, frente al 2% de la semana anterior. Un año atrás las labores aún no habían comenzado. En cuanto al estado de los cultivos, mantuvo la proporción buena/muy buena en el 64%, abajo del 79% de igual momento de 2021.
Otro factor bajista para los precios del trigo fue la confirmación de que Rusia modificará el modo de calcular los aranceles para las exportaciones de granos, al cambiar la moneda de referencia del dólar al rublo. Se prevé que el impuesto para la venta externa de trigo quede muy por debajo del nivel vigente hasta ahora, lo que favorecería su comercio en una campaña 2022/2023 que se augura con una cosecha récord.
Al respecto, en su actualización de estimaciones, la consultora rusa SovEcon elevó el miércoles de 42,30 a 42,60 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones de trigo 2022/2023 de Rusia, gracias a una cosecha récord proyectada en 89,20 millones de toneladas. En su informe de junio el USDA calculó la producción y las ventas externas rusas en 81 y en 40 millones de toneladas.
Granar Research
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