El término Value Investing fue inventado por el inversor y profesor de la universidad de Columbia, Benjamin Graham. Es común escuchar que el value investing es una estrategia para invertir en empresas con PE o P/B bajos. Pero no. Si crees eso, te estás dejando fuera casi toda la fotografía. Te vamos a explicar cómo nosotros entendemos el Value Investing en el s.XXI. Lo que nosotros llamamos Value investing moderno.
¿Qué es el value investing?
A principios del siglo pasado, Graham consiguió modelar un sistema de inversión basado en los fundamentales de las empresas que hay detrás de las acciones ¡Toda una revolución para la época! Lo llamó Value Investing y obtuvo rentabilidades de un 17% anualizado.
“La inversión en valor es una estrategia de inversión que implica elegir acciones que parecen cotizarse por menos de su valor intrínseco o contable. Los inversores en valor buscan activamente acciones que creen que el mercado de valores está subestimando. Creen que el mercado reacciona de forma exagerada a las buenas y malas noticias, lo que da como resultado movimientos en el precio de las acciones que no se corresponden con los fundamentos a largo plazo de una empresa. La reacción exagerada ofrece la oportunidad de obtener ganancias comprando acciones a precios reducidos, en oferta.”__
Fuente: Libre traducción de la definición de Value Investing vista en Investopedia.com
Un siglo después, hay mucha gente que opina que el Value Investing ha muerto. Que ya no se puede batir al mercado.
Bueno, nosotros, después de 20 años invirtiendo y probando varias estrategias, hemos llegado a la conclusión de que ésta es la que más nos gusta, la que nos hace sentir cómodos y confiados en lo que hacemos, así que queremos explicarte cómo aplicamos el value investing en nuestras inversiones.
¿Nos acompañas?
¿Cómo entendemos el value investing moderno?
Invertir en empresas, no en tickers de acciones.
Nosotros buscamos invertir en empresas que ofrecen productos o servicios afines a nuestros valores.
Por ejemplo, nos gusta viajar, entonces ser socios de la empresa Southwest Airlines ($LUV) tiene sentido de acuerdo a nuestros valores y preferencias; es más, estamos dispuestos a invertir en la empresa a largo plazo.
Pensar de esta manera nos facilita estudiar la empresa, hacer seguimiento de sus resultados y leer todo lo que podemos sobre ella. Es un negocio que nos gusta y que queremos que siga funcionando bien para que más personas puedan viajar y conocer lugares lejanos. Al final la clave es sentirse orgulloso de ser socio de la empresa.
¿Tendrías acciones de una empresa que fabrica armas si tú no estás a favor de ellas? ¿Tendrías acciones de una tabacalera si estás fuertemente convencido de que el tabaco mata? Hay quien lo hace, pero nosotros creemos que no debe ser nada placentero seguir de cerca todo lo relacionado con una empresa que va en contra de nuestros valores.
Entonces, antes de invertir en alguna empresa es necesario saber si realmente esta empresa promueve los mismos valores que nosotros tenemos.
✅ PASO 1 Modern Value Investing → Detectar los sectores afines a nuestros gustos y valores.
Evaluar modelo de negocio y los números de la empresa.
Una vez que hemos elegido el sector, leemos sobre el funcionamiento de ese sector y conoceremos qué empresas lo forman. Será entonces cuando nos planteemos de cuál de esas empresas nos gustaría ser socios. Buscaremos la que tenga mayor potencial para nuestra inversión.
¿cómo?
Pues primero tratamos de entender los modelos de negocio, en qué se diferencian unas de otras, por qué, cómo les afecta… etc.
Volvamos al ejemplo de Southwest Airlines ($LUV). $LUV es una empresa aérea que no tiene hubs en las ciudades que opera. Ofrece servicio de punta a punta. Eso le ayuda a bajar sus costes de operación en comparación a otras empresas aéreas. En el caso de $LUV, la empresa nunca había tenido un año de pérdida antes de la pandemia, mientras que casi todas las demás ya habían tenido años con pérdidas. Interesante ¿no?
✅ PASO 2 Modern Value Investing → Entender el modelo de negocio de las empresas del sector.
Tras entender el modelo de negocio de las empresas, pasamos a analizar los principales números de crecimiento. De manera general, los principales números de crecimiento que tenemos que ver en una empresa son: Book Value más dividendos, Beneficio por acción, Ventas, Flujo de caja operacional y, por último, un número que no mide su crecimiento, pero sí el riesgo financiero de la empresa, que es su deuda. La medimos en función a su FCF.
El precio de una acción seguirá, supuestamente, el crecimiento de una empresa a lo largo de los años. A corto plazo, el precio de las acciones variará según las noticias de moda, pero a largo plazo prevalecerá la tendencia de crecimiento.
¿Cuánto crece la empresa?
En esta parte es donde entendemos que hay que introducir la idea de value investing moderno. Buscamos empresas que están creciendo y a un buen ritmo. Queremos que nuestro capital invertido siga subiendo a una tasa de retorno adecuada al riesgo que estamos asumiendo como socios de la empresa.
Entonces, para elegir en qué empresa invertir en un determinado sector, seleccionaremos aquellas que tengan un crecimiento superior al 10% anualizado en los últimos 10 años para los números mencionados anteriormente.
Pero esto no es suficiente. Lo ideal que la empresa esté creciendo y sea rentable a la vez. Entonces añadimos a nuestro análisis las ratios ROIC y ROE. Buscamos empresas que tengan estas dos ratios con números superiores a 10% en los últimos 10 años.
Por supuesto cada tipo de empresa tendrá sus factores de rentabilidad comunes a todas las empresas del sector. Además del ROIC y ROE intentamos encontrar estas ratios también. En el caso de empresas aéreas una de las ratios importantes es el Costo por asiento disponible por milla (CASM Cost available seat miles).
¿Estamos seguros?
Si ya has invertido en una empresa comprando acciones en bolsa, habrás tenido las dudas típicas antes de darle al botón de comprar: ¿Estoy seguro? ¿Es el mejor momento? ¿He calculado bien el precio? ¿Y si bajan?
Nosotros como value investors lo que buscamos es CERTEZA. Y esto se encuentra en empresas que tienen sus resultados financieros regulares y estables. Por ejemplo, existen empresas que crecen a tasas de 30% anualizado, pero los beneficios por acción varían una enormidad a cada trimestre. Este tipo de empresa no nos da la seguridad que demandamos para nuestra inversión. Buscamos empresas que crezcan por lo menos un 10% al año, pero que a la vez sus números de crecimiento sean regulares.
Cuando encontramos empresas con tasas de crecimiento altas y sus números de crecimiento regulares y estables nos da la certeza que la empresa es buena y tiene una alta probabilidad de que seguirá siendo buena en el futuro. No queremos ver sobresaltos en los números a cada año. Que su Beneficio por acción siga creciendo a una tasa promedia todos los años, y no que un año suba 30% y en el siguiente caiga un 10%.
✅ PASO 3 Modern Value Investing → Evaluar y comparar sus resultados financieros, para detectar las de mayor crecimiento y rentabilidad. Que ese crecimiento sea lo más regular y estable posible.
¿Qué precio pagaremos por el negocio?
Ahora que ya sabemos que la empresa tiene un buen negocio, que sus tasas de crecimiento son aceptables y tenemos la certeza de que la empresa ha sido bien gestionada en el pasado, llegamos a la pregunta del millón: ¿Cuánto vale la empresa?
Para contestar esta pregunta utilizaremos la respuesta de Warren Buffett donde dice cómo llegar al valor de un activo:
“The value of a business is the present value of its cash flows from today to judgement day, discounted at a proper discount rate.”
“El valor de una empresa es el valor presente de sus flujos de caja desde hoy hasta el día del juicio, descontados a una tasa de descuento adecuada”.
Fuente: Mención de Warren Buffett en una charla en la ¨Terry College of Business¨:
Y eso significa… ¿qué?
Significa que, para saber el valor intrínseco de un negocio, es necesario “transformar” el capital generado por el negocio en el futuro, que puede ser 5, 10, 20 años, a un valor presente. Y eso se hace dividiendo el valor de la caja generado en el futuro por una tasa de descuento apropiada*. Al hacer eso tenemos el valor del negocio. Y podremos compararlo con la capitalización bursátil de la empresa.
Pero el quiz de la cuestión aquí es estar seguro de que la tasa de crecimiento de la empresa seguirá su camino futuro igual que lo hizo en el pasado. Por eso lo ideal es entrar en negocios que uno conozca bien, con crecimiento estable donde sepamos determinar el valor futuro para luego ¨transformarlo¨ a valor presente.
En negocios como Coca-Cola esta tarea es más fácil que en empresas financieras, por ejemplo.
¿Y qué pasa si nos equivocamos?
Es casi seguro que el número al que llegaremos al hacer las cuentas para traer el flujo de caja a valor presente sea incorrecto.
¿Incorrecto? Si. Porque las variables son muchas y las posibilidades de resultados distintos son infinitas. No sabemos que va a pasar el próximo año, ¿cómo vamos a pretender que nuestro calculo esté 100% para un horizonte futuro de 10 años?
Volvemos a la importancia de elegir una empresa que haya tenido un buen desempeño en los últimos 10 años y haya tenido un crecimiento constante y regular.
¿Por qué 10 años? Porque si la empresa lleva al menos 10 años en el mercado, casi seguro habrá podido probar que su negocio y sus gestores son suficientemente buenos cuando atraviesan por una crisis como la de 2008 o como la de la pandemia actual (que, por cierto, aún no ha terminado. Las consecuencias las tendremos en 2021 y 2022. No debemos confundir bolsa con economía real).
De todas formas, por muy bien que elijamos la empresa, no podemos garantizar que los próximos 10 años serán iguales a la ultima década. Esto es un riesgo con el que tenemos que vivir.
¿Riesgo? ¡Pero si los inversores Value tenemos aversión al riesgo!
Exacto. Pero tenemos la solución para mitigar este problema: ¡El Margen de Seguridad!
El margen de seguridad consiste en aplicar un descuento adicional al valor que nos dio el resultado presente del flujo de caja del negocio. Y el valor del margen de seguridad dependerá del conocimiento que tengamos del negocio. Algunos aplican un 15%, otros un 30% o incluso un 50% sobre el valor presente del flujo de caja.
Aumentamos la seguridad de acierto y minimizamos el riesgo: Si pagamos por una empresa $50, el riesgo es perder los $50. Pero si aplicamos un margen de seguridad de 30%, el precio que estamos dispuestos a pagar por la acción baja a $35. El riesgo es mas bajo que $50 y, además, el potencial de subida será más alto. ¡Todo ventajas!
✅ PASO 4 Modern Value Investing → Calcular el valor de la empresa aplicando una adecuada tasa de descuento y un margen de seguridad.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Bueno, el trabajo duro ya lo hemos hecho. Recapitulamos:
- Estudiamos el negocio,
- Determinamos su tasa de crecimiento,
- Calculamos su valor presente,
- Aplicamos un margen de seguridad.
Ahora sólo queda esperar a que algún evento provoque una reacción exagerada en el mercado, y que la cotización de la empresa elegida llegue a nuestro valor de compra. Cuando esto pase, que pasará, sólo tendremos que seguir las estrategias que hemos comentado en nuestras entradas anteriores… y ¡voilà! ¡a disfrutar de los resultados!