¿Conoces el libro The Soul of Money de Lynne Twist?. Es un libro que que sustenta un sentimiento que muchos traders tienen en este momento.
Los mercados son cíclicos. Eso es algo de lo que hablamos mucho. Cuando caen, lo que han hecho muchas veces antes y lo volverán a hacer, puede traer un sentimiento que está profundamente entrelazado con nuestra relación con el dinero. Está casi integrado en el sistema y se intensifica durante tiempos turbulentos como estos.
Ese sentimiento es la escasez.
Twist escribe que toda nuestra relación con el dinero (y muchas otras cosas, para el caso) se basa en la opinión de que vivimos en un mundo en el que siempre corremos el riesgo de no satisfacer nuestras necesidades. Donde tenemos una sensación generalizada de que no hay suficiente.
No hay suficiente dinero... no hay suficiente tiempo... no hay suficiente comida... no hay suficiente trabajo... no hay suficiente ganancia... no hay suficiente poder... no hay suficiente descanso.
Es una condición de vida definitoria incuestionable, a veces incluso tácita. Ni siquiera es que necesariamente experimentemos la carencia de algo, sino que la escasez como un sentido crónico de inadecuación acerca de la vida se convierte en el lugar mismo desde el cual pensamos, actuamos y vivimos en el mundo... La condición interna de la escasez, esta mentalidad de escasez, vive en el corazón mismo de nuestros celos, nuestra codicia, nuestros prejuicios y nuestras disputas con la vida, y está profundamente arraigado en nuestra relación con el dinero.
La peor parte, argumenta, es que es una mentira.
No hay razón justificable para creer que no hay suficiente dinero en el mundo. Se imprime literalmente todos los días.
Este tipo de pensamiento viene independientemente de su nivel de ingresos. El mito de la escasez está vivo y en su libro, Twist expone lo que ella llama los tres mitos tóxicos de la escasez:
Mito tóxico n.º 1: no hay suficiente.
Esto comienza cuando somos jóvenes.
El juego de sillas musicales es un ejemplo perfecto de cómo nos programamos para creer que nunca habrá suficiente. Imagine un grupo de niños jugando este juego en una casa o una escuela llena de muebles. Están jugando un juego con unas cuantas sillas, donde alguien siempre se queda con las manos vacías. Aprendemos temprano a creer que es mejor que pelees por esa silla o te quedarás sentado en el suelo... para siempre.
La escasez vive en lo más profundo de nosotros. Y a menos que recordemos que está actuando sobre nosotros, puede ser perjudicial para nuestras decisiones financieras en momentos como este.
Y lo más importante, también nos roba nuestra tranquilidad. Nos roba nuestros pensamientos y, en consecuencia, nuestro tiempo, que podríamos dedicar a disfrutar de la vida.
Mito tóxico n.° 2: Más es mejor.
Cuando sientes que no hay suficiente, la conclusión lógica es creer que más de cualquier cosa es mejor. Twist argumenta que esto es lo que impulsa nuestra cultura competitiva de acumulación, empujándonos a acumular enormes cantidades de posesiones que en realidad no constituyen una vida significativa. Cuanto más tenemos, menos apreciamos cada posesión individual.
Mito tóxico n.º 3: así son las cosas.
Esta es la versión de la escasez de "Si no puedes vencerlos, únete a ellos". No hay suficiente, y más es mejor. Todo el mundo está jugando ese juego, así que tengo que jugar el mismo juego para sobrevivir.
"Así son las cosas" es solo otro mito, pero es probablemente el que tiene más agarre, porque siempre puedes defenderlo. Cuando algo siempre ha sido de cierta manera y las tradiciones, suposiciones o hábitos lo hacen resistente al cambio, entonces parece lógico, simplemente sentido común.
La verdad es que, en promedio, vivimos vidas más estables que las personas en cualquier otro momento de la historia humana. Las tasas de pobreza extrema han ido disminuyendo durante décadas. Y aunque todavía hay demasiado sufrimiento en el mundo, las cosas han mejorado significativamente, en promedio, en todo el mundo.
Pero lo más importante, en cada una de nuestras propias vidas tenemos la oportunidad de reconocer el sentimiento de escasez. Podemos cuestionar la historia que nos contamos sobre el dinero y los recursos y determinar si nos está ayudando o perjudicando. Y es importante permanecer objetivo y tener un plan en momentos como este. Lo invitamos a levantarse cada día y poner los pies en la tierra. Respira hondo y darse cuenta de que su vida es un regalo. Luego lleva esa actitud al día.
Si hace un balance de todo lo bueno en su vida y piensa en el dinero como un recurso abundante que se administra mejor con objetividad, podrá abordar el mercado con calma y claridad.
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