La economía de la zona del euro se estancó en el cuarto trimestre de 2022, evitando así la contracción esperada anteriormente. No obstante, la demanda interna privada descendió de forma acusada. La elevada inflación, la incertidumbre existente y el endurecimiento de las condiciones de financiación afectaron al consumo privado y a la inversión, que cayeron un 0,9 % y un 3,6 % respectivamente.
De acuerdo con el escenario de referencia, se estima que la economía se recuperará durante los próximos trimestres
La producción industrial debería repuntar a medida que sigan mejorando las condiciones de oferta, continúe recuperándose la confianza y las empresas reduzcan las abultadas carteras de pedidos pendientes.
La subida de los salarios y el descenso de los precios de la energía compensarán, en parte, la pérdida de poder adquisitivo que muchos hogares están experimentando como consecuencia de la elevada inflación, lo que, a su vez, respaldará el consumo. Por otra parte, el mercado de trabajo sigue siendo sólido, a pesar del debilitamiento de la actividad económica.
El empleo aumentó un 0,3 % en el cuarto trimestre de 2022 y la tasa de desempleo se mantuvo en su mínimo histórico del 6,6 % en enero de 2023
Las medidas de apoyo público para proteger la economía del impacto de los altos precios energéticos deberían ser temporales y estar dirigidas y adaptadas al mantenimiento de los incentivos para consumir menos energía. Con la bajada de los precios energéticos y de los riesgos para el suministro de energía, es importante empezar a revertir esas medidas sin demora y de manera concertada.
Es probable que las medidas que no se ajusten a estos principios aumenten las presiones inflacionistas a medio plazo, lo que haría necesario una respuesta más decidida de la política monetaria
Asimismo, en línea con el marco de gobernanza económica de la UE y de acuerdo con las orientaciones de la Comisión Europea del 8 de marzo de 2023, las políticas fiscales deben estar dirigidas a hacer que nuestra economía sea más productiva y a reducir gradualmente la elevada deuda pública. Las políticas para mejorar la capacidad de suministro de la zona del euro, especialmente en el sector energético, pueden contribuir a reducir las presiones sobre los precios a medio plazo. A tal fin, los Gobiernos deberían aplicar sin dilación sus planes de inversión y de reformas estructurales en el marco del programa Next Generation EU. La reforma del marco de gobernanza económica de la UE debería concluirse con rapidez.