¿Qué actividad económica vemos? Es probable que la ralentización de la economía se traduzca en un incremento de la tasa de desempleo... La economía de la zona del euro crece un 0,8%

En el segundo trimestre de 2022, la economía de la zona del euro creció un 0,8 %, debido principalmente al fuerte gasto de los consumidores en servicios que requieren mayor interacción social, como resultado de la retirada de las restricciones relacionadas con la pandemia. Durante el verano, dado que los ciudadanos han viajado más, los países con sectores turísticos importantes se han beneficiado especialmente. Al mismo tiempo, las empresas se han visto afectadas por los elevados costes de la energía y la continuación de los cuellos de botella en la oferta, si bien estos se han ido relajando gradualmente.
Ello se debe a cuatro razones principales. En primer lugar, la elevada inflación está frenando el gasto y la producción en el conjunto de la economía, y estos factores adversos se ven agravados por las disrupciones en el suministro de gas. En segundo lugar, el fuerte repunte de la demanda de servicios relacionado con la reapertura de la economía perderá impulso en los próximos meses. En tercer lugar, el debilitamiento de la demanda mundial, también en el contexto de una orientación más restrictiva de la política monetaria en muchas grandes economías, y el empeoramiento de la relación real de intercambio se traducirán en un menor apoyo a la economía de la zona del euro.
No pueden vivir de otra cosa. Cuando la política se convierte en bolsa de empleo. Estos son los mismos que organizaron el acto de la “bandera”. https://t.co/IPDr1Ce1xI
— Gabriel Alemparte (@jgalemparte) September 9, 2022
Al mismo tiempo, el mercado de trabajo ha mantenido su fortaleza, respaldando la actividad económica. El empleo aumentó en más de 600.000 personas en el segundo trimestre de 2022 y la tasa de desempleo se situó en un mínimo histórico del 6,6 % en julio. El total de horas trabajadas se incrementó de nuevo en un 0,6 % en el segundo trimestre de 2022 y ha superado sus niveles anteriores a la pandemia.
A más largo plazo, es probable que la ralentización de la economía se traduzca en un incremento de la tasa de desempleo. Las medidas de apoyo fiscal para amortiguar el impacto de los altos precios de la energía deben ser temporales y estar dirigidas a los hogares y las empresas más vulnerables a fin de limitar el riesgo de intensificar las presiones inflacionistas, de mejorar la eficiencia del gasto público y de mantener la sostenibilidad de la deuda. Las políticas estructurales deben tener como objetivo aumentar el crecimiento potencial de la zona del euro y respaldar su capacidad de resistencia.