Hay dos asuntos claves para los mercados respecto a las cifras NFP de mañana.
El efecto del término de los beneficios extendidos de empleo. Y cómo los resultados se pueden interpretar los pronósticos de la Fed, en cuanto a cuándo anunciarán la reducción de su programa de compra de activos (taper).
Lo importante respecto a los pronósticos
Para entender el primer asunto, hay que explicar por qué la cifra anterior superó a las expectativas.
Como se esperaba, el “efecto verano” era importante. Pero muchos analistas esperaban que las cifras hayan subido en junio, pues fue entonces cuando casi la mitad de los estados terminaron con sus programas extendidos de desempleo.
Pero aparenta ser que hubo un desfase entre cuando terminaron los beneficios, y cuando la gente volvió a trabajar. O por lo menos esa es la explicación más común para el aumento de empleo en julio.
Si fuese así, entonces es de esperar un resultado menor en agosto, y otro salto en septiembre. Los estados restantes (incluyendo a los con más población) pusieron término a sus programas de desempleo el mes pasado.
¿Y la reacción de la fed?
La Fed ha reiterado que el empleo es la clave para determinar cuándo empezará el taper. El consenso actual es que lo anunciarán en la próxima reunión, para que empiece en noviembre.
Una cifra decepcionante en el NFP (que se entiende como un resultado menor a los 600 mil) podría dar a entender al mercado que el anuncio de la Fed podría retrasar. Entonces se entiende que habría un dólar más débil, y un alza en la bolsa.
Si hay un resultado en concordancia con los últimos meses, incluso superando con creces a las expectativas, probablemente sea tomada como una confirmación del anuncio del taper.
No hay forma para que el anuncio sea más pronto, entonces aunque las cifras de empleo superan con creces al millón de puestos creados, probablemente no haya mucho cambio en las expectativas del mercado.
Qué estamos buscando
Se pronostica que los NFP de agosto serán 750 mil comparado con 943 mil en la medición anterior. Como es usual en la época post-pandemia, hay un rango amplio de expectativas, desde 500 mil hasta más de un millón.
La tendencia reciente es que la medición anterior sea ajustada al alza, lo que podría mejorar el optimismo luego de los resultados. Por otro lado, si se ajusta a la baja, podría opacar algo del optimismo que una superación de las expectativas podría dar.
Como referencia, la medición privada de empleo ADP fue la mitad de los esperado, indicando que se crearon 374 mil puestos de trabajo contra los 638 mil pronosticados. Eso repite la situación del mes anterior, cuando las cifras ADP fueron significativamente más bajas que las NFP.
La tasa de desocupación está pronosticado a bajar a 5,2% desde el 5,4% anterior. Esto implica una participación estable en la fuerza de trabajo, sugiriendo que la mayoría del aumento de empleo representa personas volviendo a trabajar.