El BOE ha tenido una semana bastante grata en cuanto a los datos macroeconómicos que cumplieron sus expectativas.
Presumiblemente, implica que su política monetaria seguirá su curso. Pero podría cambiar con las cifras de ventas minoristas mañana, ya que se proyecta que la situación por la variante delta del covid podría haber afectado el apetito de los compradores.
La libra ha estado a la baja durante este mes mientras el mercado se ajusta a la idea de que el BOE no cambiará su política tan pronto como se esperaba. La inflación está dentro de las expectativas.
El Gobernador Bailey también salió a decir que se fijará en el “mediano plazo” en cuanto a su evaluación de la inflación. Esto es similar a lo que la Fed está haciendo con su “inflación transitoria” sin decirlo explícitamente.
¿Volverá la unanimidad?
En la última reunión del BOE, fue solo Saunders quien dijo que era hora de terminar con el programa de compra de activos, citando a la inflación. Pero con los últimos datos del IPC, podría haber cambiado de opinión.
El asunto subyacente, sin embargo, es una advertencia que dieron varias empresas inglesas en sus informes: No logran traspasar suficiente de sus costos de operación a sus clientes. El índice de precios del productor ha subido dos veces más que el índice de precios al consumidor.
La presión tiene que ir a algún lado
El aumento en los costos de materia prima, pero no los costos de venta comprime a los márgenes de utilidades. Ello implica que habrá menos capital para inversión futura y menos crecimiento.
Las empresas tienen que solucionar ese problema de alguna forma, ya sea por aumento de precio o reducción de personal. Ambas opciones no son aceptables para el BOE.
Por ahora, las cifras de empleo están dentro de las expectativas del banco. Siguen esperando que el IPC sea un 4.0% este año, sugiriendo que esperan que el problema de compresión de márgenes se resulto con precios más altos.
Pero, ¿qué hay de los consumidores?
Desde luego, si suben los precios, los consumidores son más reacios a comprar. Si no suben las ventas minoristas, será difícil que las empresas traspasen sus costos.
Por un lado, implica que la inflación sea baja, y el BOE puede seguir apoyando a la economía. Por otro, las bajas utilidades implica menos crecimiento, y las empresas no tomarán más deuda, negando el apoyo proporcionado por la política monetaria.
Esta es parte de la explicación del problema que tiene Japón, donde el BOJ no puede subir las tasas.
Qué estamos buscando
Se espera que las ventas minoristas mensuales tengan menos crecimiento, con sólo 0,4% en comparación con 0,5% anterior. A base anual, implica una reducción significativa hasta 6.0% desde 9,7% anterior.
Sin embargo, parte de esa variación se explica con el incremento en el costo de la energía hace unos meses. La sugerencia es que las ventas minoristas siguen bien, pero amenazadas por un posible alza en el precio del crudo.
Las ventas minoristas excluyendo energía están pronosticados en 0,3% comparado con 0,3% el mes pasado. Pero a base anualizada es menor en 5,7% comparado con 7,4% anterior.