En un muy interesante reportaje publicado por el sitio The Market, el especialista en finanzas e historiador económico Russell Napier afirma que el mundo imperante en las últimas 4 décadas no existe más y que se viene un revival de la experiencia 1939-1979 con un nuevo reinado de la inflación y la represión financiera.
Los clientes de BofA han entrado en acciones al mayor nivel desde el 2020 tras el pánico de la pandemia:
Los clientes de BofA han entrado en acciones al mayor nivel desde el 2020 tras el pánico de la pandemia. Un indicio más de la euforia en este rebote. Recordemos que en aquel momento la bolsa estaba sujetada por la Fed y las expectativas de mejora económica. Ahora, lo contrario. pic.twitter.com/bRFyFDhXTZ
— Héctor Chamizo (@hectorchamizo) October 26, 2022
Napier advierte que cada vez más gobiernos coinciden en la necesidad de reducir el endeudamiento de los Estados antes de que sea tarde y el propio peso de las deudas provoque una debacle financiera global
Ahora bien, el camino que han elegido para reducir los niveles de deuda es el de la licuación: las tasas de interés de referencia suben, pero en casi ningún país igualan o superan a la inflación. De esta forma, crece la recaudación impositiva de los Estados por encima de su deuda. Corren a la inflación de atrás, pero con la intención de que la suba de precios evapore parte de los intereses que les pagan a sus acreedores.
Napier plantea que para llevar esta política económica adelante es necesario que los bancos centrales (incluida la FED de EEUU) pierdan autonomía respecto de los gobiernos de turno y se sometan a sus decisiones
El historiador redobla la apuesta y afirma que la función de creación de dinero se ha trasladado de los bancos centrales al sillón de mando de cada país y que son los políticos quienes aprovecharon cada una de las últimas crisis para ejecutar un aumento de la liquidez (emisión de dinero) tan exagerada que vuelve estéril cualquier medida de política monetaria por frenar la presión inflacionaria.
Siguiendo la tesis del especialista, el nivel de inflación en los países centrales se ubicará entre el 4 y el 6% anual, muy por encima del 2% anual observado en las últimas décadas.