Después de varias sesiones dominadas por la esperanza sobre la posibilidad de un «pivote» en la política monetaria de la Fed (basada en la moderación en el ritmo de subidas de los tipos y durante menor extensión temporal), los inversores digirieron con desánimo el mensaje más severo del presidente de la autoridad monetaria.
Es curioso que nadie hable de que la mayor parte del desplome bursátil en términos estadísticos se da después de que la FED pivote:
Es curioso que nadie hable de que la mayor parte del desplome bursátil en términos estadísticos se da después de que la FED pivote. Hoy todo el mundo considera que el "pivot point" es un argumento de compra cuando nunca lo ha sido... https://t.co/1C0osulxWG
— Pablo Gil (@PabloGilTrader) November 20, 2022
Ante este nuevo giro, los inversores habrían comenzado a descontar que los tipos de interés implícitos se situarán por encima del 5% en primavera
Asimismo, la rentabilidad de los treasuries acentuó su tendencia alcista consolidándose por encima del 4% en todos los tramos. Al otro lado del Atlántico, la deuda soberana de la eurozona se negoció de forma lateral y las tires aumentaron impulsadas, también, por las declaraciones de varios miembros del BCE, como Christine Lagarde, que apuntaban a que una suave recesión no será suficiente para vencer la inflación, y pronosticaban más subidas de tipos.
La otra cara de la moneda la puso el Banco de Inglaterra
La otra cara de la moneda la puso el Banco de Inglaterra, que, tras subir los tipos de interés (75 p. b. hasta el 3%), dejó entrever la posibilidad de moderar su senda de subidas ante la expectativa de que la política fiscal restrictiva del nuevo primer ministro Rishi Sunak contenga el avance de la inflación. En el ámbito de la renta variable, saldo mixto en las bolsas, donde los índices estadounidenses cedieron notablemente ante la combinación del endurecimiento de las condiciones financieras y el desplome de la cotización de empresas como Amazon o Microsoft.
Desplome de la cotización de empresas como Amazon o Microsoft
En los mercados de materias primas, el precio del barril de Brent ascendió hasta los 99 dólares, impulsado por las noticias referentes a la posible flexibilización de la política de COVID cero en China, mientras que el precio del gas natural europeo (el TTF holandés) se mantuvo en torno a los 115 €/MWh, a pesar de que la Agencia Internacional de la Energía haya alertado de que la solución sobre el suministro de gas en la eurozona está aún lejos.