El Instituto de Finanzas Internacionales informa que la deuda mundial superó los 305 billones de dólares en el primer trimestre de 2022, ya que la deuda de China aumentó en 2,5 billones de dólares y la de EE. UU. en 1,5 billones de dólares.
Eso es un aumento del 75% desde 2012.
Mi temor es que con los bancos centrales recortando los balances y los compradores apalancados expulsados por el aumento de las tasas, ya no habrá apetito por mantener tantos bonos. Eso es algo que podría impulsar los rendimientos estructuralmente al alza, incluso cuando los bancos centrales dejen de subir las tasas.
El IIF advierte que el sector más vulnerable puede ser el de los mercados emergentes.
La buena noticia es que el repunte del crecimiento ha ayudado a reducir la relación entre la deuda global y el PIB al 348 %, unos 15 puntos porcentuales por debajo del récord de hace un año.
____Google News - poner al final del artículo____