No todo es matemáticas en este negocio, la psicología tiene su papel.
Las finanzas conductuales buscan explicar las anomalías del mercado que se desprenden de los modelos financieros tradicionales como el MPT o la HME ofreciendo explicaciones alternativas a la pregunta de porque los precios de los títulos se desvían de sus valores fundamentales.
1. Uso de la información: los inversores pueden no considerar toda la información relevante. Buscan la que haga realidad su visión y desechan la contraria.
2. Inercia de las inversiones: una vez que las personas toman decisiones, tienden a mantenerlas y más si se es una persona pública y mostraste tu sentimiento.
3. Representatividad: frente a la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre y con información inadecuada, las personas tienden a ver patrones y semejanzas con contextos anteriores, donde tal vez no existen.
4. Exceso de confianza por resultados anteriores.
5. Anclaje: la decisión de venta de las acciones se ven influenciadas por el precio de compra.
6. Falacia del apostador: es la creencia de que existen secuencias o patrones discernibles que pueden observarse en ensayos independientes de procesos aleatorios, como los resultados de una ruleta.
7. Disponibilidad: si algo nos viene a la mente rápidamente cuando debemos considerar una cuestión o tomar una decisión, debe ser importante y relevante.
8. Aversión a las pérdidas: las personas cortan sus ganancias antes que sus pérdidas.
9. Aversión al remordimiento: evitar el dolor del remordimiento resultante de una mala decisión de inversión.
10. Contabilidad mental: las personas tratan los ingresos de distinta manera y dan mayor riesgo o menor riesgo (aún siendo la misma cantidad) según el esfuerzo necesario para obtenerlos.
