¿Te encuentras agobiado por un exceso de trabajo y no has aprendido aún a delegarlo y distribuirlo mejor?
Tal vez deberías leer esta breve historia:
“Quise darles a mis hijos lo que nunca tuve. Entonces comencé a trabajar catorce horas diarias. No había para mi ni sábados ni domingos, para mí coger vacaciones era un sacrilegio.
Trabajaba día y noche. Quería darles a mis hijos lo que nunca tuve. Entonces alguien le interrumpió para preguntarle- ¿lo conseguiste? Claro que sí, le contesto el hombre. Yo nunca tuve un padre agobiado, siempre de malhumor, preocupado, sin tiempo para jugar conmigo y entenderme. Ese es el padre que yo he dado a mis hijos, ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve...”
Es conveniente tener en cuenta que...
...estar demasiado ocupado nos puede impedir ver las cosas que realmente, son importantes
Es imprescindible estar bien física y emocionalmente, comer bien, dormir lo necesario, y por supuesto, hacer actividades que nos produzcan satisfacción.
También, es conveniente saber diferenciar las tareas importantes de las más triviales, las tareas que podemos hacer de las que pueden hacer otros.
Importante: No hay que asumir actividades o responsabilidades que no nos correspondan. Tenemos que intentar distribuirnos de forma adecuado el tiempo dedicado al descanso, al ocio, al trabajo,...
Y para eso, hay que practicar, decir más veces 'no', intentar pedir ayuda a los demás, o bien delegar