A medida que los vientos de cola que han sostenido la recuperación pierdan fuerza y que el crecimiento del PIB converja a su nivel potencial, el proceso de consolidación fiscal va a necesitar de apoyos de carácter estructural. En este sentido, la mejora de la productividad de la Administración pública es una herramienta con un enorme potencial, que puede redundar en ahorros de gasto y ayudar a la modernización del sector
Estructura salarial en el sector público y productividad
La mejora de la eficiencia del sector público puede ser un factor clave en la consolidación fiscal, y una parte importante de dicha mejora puede venir de una mejor adecuación de los salarios a la productividad del sector. Es bien sabido que la medida directa de la productividad es muy compleja en el caso del sector público. Por ello, centramos el análisis en la estructura salarial, dado que, a medio y largo plazo, esta debería estar en línea con la estructura de productividad que no podemos observar directamente. A nivel teórico, dado que el empleo público ofrece más estabilidad que el privado, esperaríamos que, en igualdad de condiciones, los salarios públicos fuesen inferiores. En particular, la diferencia salarial entre el sector privado y el público debería ser mayor para los trabajadores con menores oportunidades de encontrar trabajo, que suelen ser los que perciben un salario menor, ya que son los que más se benefician de la mayor estabilidad laboral que ofrece el sector público.
¿Te parece raro que tu sueldo no suba -o incluso baje- cuando dicen que "la economía se recupera" o "el PIB incrementa?:
¿Te parece raro que tu sueldo no suba -o incluso baje- cuando dicen que "la economía se recupera" o "el PIB incrementa?
Desde 1980 se está dando un descenso de la participación de las rentas del trabajo -frente a las rentas de capital- sobre el total de la renta nacional. pic.twitter.com/qn0lYkMpOo
Sin embargo, en la práctica, ocurre lo contrario: a igualdad de condiciones, las retribuciones suelen ser mayores en el sector público y, en particular, para los trabajadores en la parte baja de la escala salarial
Las diferencias salariales entre el sector público y el privado se explican por varios factores. Por un lado, ambos sectores pueden tener objetivos diferentes. En el sector privado, las decisiones de contratación se toman por lo general en un marco competitivo, con objetivos de rentabilidad y continuidad de la empresa. En cambio, la concepción del empleo en el sector público puede ser diferente, e incluir fines redistributivos o de clientelismo. Por ejemplo, es más probable que los acuerdos salariales en el sector público sigan el ciclo electoral. Por otro lado, la mayor rigidez de las estructuras salariales en el sector público (como, por ejemplo, los mayores costes de despido) incrementa el poder de negociación de los trabajadores, lo que suele traducirse en un mayor salario. El poder de negociación de los empleados del sector público también es mayor por el mero hecho de que a menudo provee servicios esenciales, como el transporte. Se han llevado a cabo varios estudios que muestran el efecto que la mayor rigidez del empleo público tiene en la brecha salarial público-privada. Además, empíricamente se ha demostrado que hay otros aspectos que también inciden en la magnitud de la brecha salarial.
A continuación se citan algunos de los más importantes:
a. El tipo de bienes que proporciona el sector público: la brecha salarial suele ser mayor en la provisión de los bienes públicos puros que en la provisión de bienes como la educación o la sanidad, ya que en estos últimos la competencia con el sector privado suele ser mayor.
b. El grado de exposición a la competencia internacional una mayor apertura de la economía ayuda a mejorar la eficiencia y disciplina de los procesos de determinación salarial de la economía, y en consecuencia disminuye la brecha salarial entre el sector público y el sector privado (especialmente en los bienes en los que hay competencia entre el sector privado y el sector público).
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c. La calidad institucional del país: la brecha salarial suele ser menor en los países que disponen de unas instituciones que favorecen una buena correspondencia entre la determinación salarial y la productividad laboral. En España, diferentes estudios estiman la brecha salarial en torno al 20%, una de las más altas de Europa.
Además, la brecha suele ser mayor en el caso de los individuos menos cualificados. Otra mejora pendiente de la gestión de los recursos humanos en el sector público es enfatizar los incentivos a los empleados mediante la introducción de sistemas de evaluación que generaran un clima de progreso continuo en la eficiencia operativa en todos los niveles de la Administración.