El PIB chino se estanca ante el deterioro sanitario; los datos de actividad confirman un patrón de «más a menos» para la industria, ¿qué pasa con la economía china?

El PIB de China ascendió un 2,9% interanual en el 4T 2022 (3,9% en el 3T). En términos intertrimestrales, el PIB se estancó con un crecimiento del 0,0% (3,9% en el 3T). Los indicadores de actividad disponibles para el 4T confirman un patrón de crecimiento de «más a menos» en la industria y en las exportaciones, mientras que la caída en la demanda se atenuó en diciembre.
Así quedó el resultado fiscal 2022, sin el ayudín monetario del Dólar Soja I y II (la porción recaudada de DEX sobre el diferencial del TCN pagado cuya contrapartida es una LI - estimado en 0.25% PIB ) no se cumplía. pic.twitter.com/H22unGCA9E
— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) January 20, 2023
Se trata de un comportamiento que refleja la imposición de restricciones a la movilidad en el marco de la política COVID cero durante buena parte del trimestre y su brusco abandono en las últimas semanas del año. De esta forma y, en contraste con el 2T, cuando el PIB se contrajo un 2,4% con respecto al 1T, la economía china sorprendió positivamente al evitar una segunda contracción en el último tramo del año, lo que contrasta con el consenso de analistas, que esperaba una caída intertrimestral del 1%. Así, el PIB registra un crecimiento del 3,0% para el conjunto de 2022, por encima de lo esperado por el consenso de analistas y en línea con la previsión de CaixaBank Research. A excepción del 2020 (2,2%), se trata del crecimiento más modesto desde 1976.
La producción industrial creció un 1,3% interanual, un dato con menor fuerza que lo observado en los meses de octubre y noviembre (5,0% y 2,2%, respectivamente). Asimismo, las exportaciones de bienes agudizaron su caída en el último mes del año, con un retroceso del 9,9% interanual (–8,9% en noviembre). Por otro lado, las ventas minoristas se contrajeron un 1,8% interanual, un ritmo de caída sustancialmente inferior al que se registró en noviembre (–5,9%), en un contexto de levantamiento de restricciones asociadas a la pandemia. En esta misma línea, la inversión en activos fijos en zonas urbanas confirma la resiliencia de las inversiones en manufacturas e infraestructuras y registra un crecimiento del 5,1% en el conjunto del año.