Cierre de año rojo en los mercados financieros y el BCE, al frente de los halcones... La reducción del balance del BCE en 2023

El foco del inversor en diciembre pasa del «pivote» al hard landing. Los últimos compases de 2022 estuvieron marcados por un menor apetito por el riesgo y caídas en los principales activos financieros, acortando las ganancias que se habían registrado durante buena parte del otoño. El principal factor fue el endurecimiento en la retórica hawkish por parte de los bancos centrales, quienes reiteraron su intención de seguir subiendo los tipos oficiales en los próximos meses y rebajaron las expectativas de un posible fin del endurecimiento monetario.
Entre tanto, las expectativas de tipos más elevados, junto a las señales de enfriamiento en la mayoría de los datos económicos, revivieron los temores entre los inversores sobre una posible recesión mundial, o hard landing, lo que agudizó las pérdidas en las bolsas internacionales, en los bonos públicos y otros activos de renta fija. Del lado positivo, los mercados de materias primas cerraron el año con cierta estabilización en el precio de los principales referentes, si bien bajo la volatilidad e incertidumbre asociadas a la prolongación de la guerra en Ucrania.
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— negocios tv (@negocios_tv) January 12, 2023
Entre los principales bancos centrales, el BCE destacó con un marcado endurecimiento en el discurso hawkish durante su última reunión a mediados de diciembre. Y es que, a pesar de moderar el ritmo de subidas en los tipos oficiales desde los 75 p. b. hasta los 50 p. b. (depo en el 2,00% y refi en el 2,50%), la institución sorprendió al señalar que serán necesarios incrementos adicionales, en magnitudes significativas y a un ritmo sostenido, lo que, según la propia presidenta Christine Lagarde, sería coherente con un nivel terminal del depo superior al 3,0%.
Asimismo, el BCE anunció las pautas para la reducción de la cartera de bonos en su programa de activos APP a partir de marzo (a un ritmo inicial de 15.000 millones mensuales), lo que, junto con los vencimientos y pagos anticipados de los préstamos TLTRO, implicará una reducción importante en el tamaño del balance (véase el Focus «La reducción del balance del BCE en 2023» en este mismo informe). Los anuncios se reflejaron en una revisión al alza en las expectativas de tipos implícitas en los mercados monetarios y un ascenso en la rentabilidad de los bonos soberanos, más marcado en la deuda periférica. Por otra parte, otros bancos centrales europeos, como el Banco de Inglaterra, el sueco Riksbank y el noruego Norges Bank, también anunciaron subidas de tipos más moderadas en diciembre, si bien apuntando a ajustes adicionales en los próximos meses.