Auge y Declive de la Innovación

Las criptomonedas son un sector volátil, eso es algo en lo que todos coincidimos. Sin embargo, aunque los detractores puedan aprovechar cualquier caída en los valores del mercado para apoyar sus afirmaciones catastrofistas, la historia de la tecnología nos dice que la alternancia de periodos de auge y declive es bastante normal en un campo tan innovador como éste.
En los años 80, los videojuegos eran la última novedad. Consiguieron dar el salto de los salones recreativos a los hogares de los consumidores con el lanzamiento de los ordenadores personales y las primeras consolas de juegos como los Amiga y Atari. Las grandes empresas comenzaron a inyectar una fortuna en el sector: a partir de juegos pioneros como Pong y Breakout, empezaron a llegar al mercado un sinfín de imitaciones y clones, como Catterpiggle, Quarxon, Pushky y Phobos.
Lo que ocurrió después, sin embargo, fue algo que nadie en aquel momento se imaginaba. El mercado se sobresaturó de productos, la tasa de recuperación de la inversión no avanzaba lo bastante rápido... y la industria del videojuego sufrió un colapso descomunal.
En 1983, las empresas se quedaron con mucho más stock del que podían vender. Atari acabó arrojando más de 700.000 cartuchos de juegos sin vender a una tumba en el desierto, en Alamogordo, Nuevo México, muy cerca del lugar donde en la Prueba Trinity se detonó la primera bomba atómica del mundo. (Resulta curioso que esta nueva industria, cuyas raíces se encuentran en los laboratorios científicos de la era atómica, se encuentre enterrada en la zona cero).
Para muchos testigos, parecía que eso era todo: la moda de los videojuegos había llegado y se había ido, y el fenómeno había terminado.
Por supuesto, ahora sabemos que esto está muy lejos de la realidad. Antes de la pandemia, la industria de los videojuegos se valoraba más que la industria discográfica y cinematográfica juntas. Al final de la pandemia del covid-19, estaba más cerca de la industria discográfica más la cinematográfica más la deportiva.
La era moderna de los videojuegos se ha transformado radicalmente desde los tiempos de Pac-Man y Tetris. Hoy en día, la gente tiene acceso a una tecnología alucinante, como los videojuegos de realidad virtual, que les hacen sentir como si estuvieran metidos físicamente en el juego. A un nivel aún más extremo, la tecnología de los videojuegos ha sido utilizada incluso al servicio de las fuerzas armadas de todo el mundo para entrenar de forma realista, simulando el entorno de una zona de guerra sin el peligro que ello conlleva.
En lo que respecta al entrenamiento con armamento, los videojuegos también han facilitado a las tropas una forma de practicar y familiarizarse con algunas de las armas más avanzadas del mercado mundial de defensa. En un entorno de videojuegos, los soldados pueden manejar y disparar virtualmente estas armas y ahorrar a su empresa militar los costes asociados, que a veces pueden ascender a cientos de miles de dólares por asalto.
¡Pero nos estamos desviando del tema! Volviendo al asunto principal, esta historia nos enseña algo muy valioso, un principio que se aplica universalmente en las industrias creativas y tecnológicas: que la innovación nunca es un camino de rosas, sino que suele producirse en forma de ciclos de auge y declive.
Cualquiera que haya prestado algo de atención a las noticias sobre criptomonedas en los últimos años habrá comprobado hasta qué punto fue una montaña rusa. Bitcoin alcanzó su valor máximo histórico de aproximadamente 65.000 $ a finales de 2021... ese mismo año, las NFT irrumpieron en todo el mundo y, en algunos casos, se vendían en subastas por millones de dólares. ¿Y desde entonces? Bueno, si 2020 y 2021 se caracterizaron por un periodo de "auge" de las criptomonedas, 2022 fue sin duda el "declive" posterior. A medida que las cotizaciones caían en picado, mucha gente empezó a calificar esta época de "criptoinvierno".
Muchos criptoinversores se quemaron los dedos en 2022. Por supuesto, siempre hay formas de mitigar el riesgo; por ejemplo, ahora es más importante que nunca tomar decisiones cuidadosas a la hora de elegir una plataforma de criptomonedas, ya que algunas han quebrado por completo. Esta volatilidad también pone de manifiesto la necesidad de asegurar las inversiones en monederos de criptomonedas fiables y preparados para el futuro.
Este es un momento tan bueno como cualquier otro para dejar caer un consejo crítico para cualquiera que esté pensando en empezar a hacer trading o que ya esté involucrado en el mundo de las inversiones en criptomonedas. No puedes poner precio a la importancia de un intercambio conocido que te cubra las espaldas. Para encontrar uno, una buena opción es escuchar lo que dicen los expertos del sector. Actualmente, uno de los nombres más populares es el de https://immediate-connect.app/es/. Esta plataforma es muy conocida y apreciada debido a su doble función: emparejar a sus usuarios con brókeres perfectamente adaptados y proporcionarles acceso a un variado conjunto de valiosas herramientas para hacer trading. ¿Y lo mejor de todo? ¡Su uso es completamente gratuito!
Haber tomado decisiones acertadas en estos aspectos habría evitado a muchos inversores un riesgo adicional innecesario. Sin embargo, el hecho es que, a finales de 2022, el sector de las criptomonedas no parecía tan saludable como en años anteriores, y muchos incidentes negativos y caídas de precios habían conmocionado hasta a los inversores en criptomonedas más estoicos.
Ahora bien, a lo largo de la historia de la humanidad, se ha demostrado que la innovación sigue ciclos predecibles. Cuando se lanza una nueva idea, hay un periodo de excitación y fiebre por participar, como ocurrió con los videojuegos a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980. Después, en un momento determinado, el mercado se satura y se produce una caída. Ahí es donde se encontraban los videojuegos en 1983, y sería razonable decir que es donde llegaron las criptomonedas en 2022.
¿Y qué viene después? Bueno, si nos fijamos de nuevo en los videojuegos, la siguiente fase implicó nuevas innovaciones radicales, nueva tecnología de consumo y una increíble aportación de ideas creativas que llevaron este medio a niveles totalmente nuevos de difusión y valor. Fue un nuevo boom, mayor y mejor que el anterior.
La historia nos dice que el glorioso futuro de las criptomonedas podría estar a la vuelta de la esquina, así que agarraos los machos y preparaos para el próximo boom.