El sentimiento del inversor en Wall Street se ha visto sacudido en agosto, un mes que tradicionalmente presenta desafíos para el mercado. Con el S&P 500 registrando una caída y el Nasdaq sufriendo aún más. Factores como rebajas crediticias por Moody's, tensiones geopolíticas con China y señales preocupantes de inflación agitaron el sentimiento de los inversores. A pesar de estas turbulencias, los inversores demostraron una postura desafiante, y los futuros de las acciones estadounidenses iniciaron la semana con optimismo. Aun así, la prudencia es esencial, ya que las tasas de interés aumentaron significativamente y la curva de rendimiento invertida sigue apuntando a posible recesión.
Agosto está confirmando su fama como un mes difícil para las acciones de Wall Street. El índice S&P 500 cayó un 0,3% la semana pasada mientras que el Dow Jones logró un aumento del 0,6% - pero el Nasdaq, con fuerte presencia tecnológica, descendió un 1,9%. Ahora lleva una caída de casi el 4,9% en agosto.
Gráfico que muestra el cambio en el índice S&P 500, Dow Jones y Nasdaq a lo largo de 5 días.
Cuando las acciones caen es fácil mantener una postura bajista pese a señales de cambio. Los riesgos son innumerables - desde quiebras bancarias, una Reserva Federal agresiva, inflación aún elevada, tensiones geopolíticas con China, guerra en Europa y condiciones climáticas extremas.
La semana pasada trajo motivos de preocupación: rebajas crediticias de bancos por Moody's, restricciones de EE.UU. sobre fondos hacia China y una fuerte caída en acciones tecnológicas como Nvidia.
El viernes, se publicaron los precios de productores de EE.UU. para julio. Tanto el PPI principal como el subyacente aumentaron un 0,3% mensual, superando las expectativas y notablemente más que el 0,0% de junio. La mayoría de este incremento fue impulsado por el coste de servicios, los cuales han tenido su mayor alza en casi un año. Uno de los componentes que más subió fueron los costes médicos, parte del indicador inflacionario preferido de la Reserva Federal (core). Los inversores evalúan ahora la posible trayectoria de las subidas de tasas de la Reserva Federal, dados los claros signos de que lo más fácil de la desinflación ha terminado.
La ausencia de catalizadores económicos claros de esta semana podría complicar aún más la situación del mercado. Se espera una semana tranquila en datos económicos para EE.UU., con la publicación de las actas de la reunión de julio de la Fed el miércoles.
Cuando el S&P supera al Nasdaq, suele indicar que los inversores son más cautelosos, optando por la "seguridad" percibida del S&P en lugar del Nasdaq.
Gráfico que muestra el cambio en el índice S&P 500 y Nasdaq a lo largo de un mes.
A pesar de esto, los futuros de las acciones estadounidenses subieron el lunes, con inversores pasando por alto las noticias desalentadoras del sector inmobiliario chino que impactaron los mercados asiáticos. Los futuros del Dow Jones Industrial Average avanzaron 60 puntos, o un 0,2%, después de que el índice se disparara 105 puntos el viernes para cerrar en 35,281. Los futuros del S&P 500 ganaron un 0,2%, mientras que los contratos del Nasdaq, con fuerte presencia tecnológica, subieron un 0,3%.
Aunque muchos en Wall Street descartan una recesión, es un momento para la prudencia. Después de todo, la Fed ha aumentado las tasas de interés en 5,5 puntos porcentuales desde marzo de 2022, y los efectos de esos aumentos tardan en sentirse en el mercado. Actualmente, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo siguen siendo mucho más bajos que los de los bonos a corto plazo, una anomalía conocida como curva de rendimiento invertida que ha ganado fama como un presagio de recesiones.
'Concerned' about US recession risks in the next 12 months and unsustainable fiscal outlook, says Ben Bennett of Legal & General Investment Management. pic.twitter.com/zqTfE4THSM
— CNBC International (@CNBCi) August 11, 2023
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