¿Estamos al borde de una recesión global? La economía global enfrenta tres grandes factores de riesgo: Deuda récord, crédito estricto y crecimiento en declive amenazan recesiones globales

Aunque algunas economías, especialmente Estados Unidos, han resistido bien el reciente aumento en las tasas de interés e incluso han visto disminuir la inflación sin grandes impactos en el empleo o el crecimiento, el panorama económico global sigue siendo precario. Persisten tres factores de riesgo que podrían detonar recesiones financieras globales: elevados niveles de endeudamiento, condiciones crediticias más estrictas y un debilitamiento del crecimiento económico. La deuda global ha alcanzado máximos históricos y numerosas economías en desarrollo gastan más en servicio de deuda que en áreas vitales como salud y educación. Además, el crecimiento económico global está desacelerando, con Estados Unidos como una de las pocas economías principales que aún muestran robustez, mientras que se espera una disminución significativa en el comercio global y la inversión en economías en desarrollo.
Varias economías han resistido sorprendentemente bien el mayor incremento en tasas de interés en años. En Estados Unidos, la inflación ha disminuido sin causar mucho daño al empleo o al crecimiento económico.
Aunque el riesgo inminente de una recesión mundial parece haberse alejado, la economía global continúa siendo vulnerable. Según Barron's, existen tres factores convergentes que todavía podrían desencadenar recesiones financieras en todo el mundo: un endeudamiento elevado, condiciones crediticias más estrictas y un panorama de crecimiento más débil.
La deuda global actual se encuentra en máximos históricos. La deuda pública global alcanzó un récord histórico de 92 billones de dólares en 2022, reflejando una trayectoria alarmante que plantea preguntas sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo. A medida que las tasas de interés han aumentado, los presupuestos gubernamentales se han visto presionados. Muchas economías en desarrollo ahora gastan más en pagos de servicio de deuda que en salud y educación.
En cuanto a las tasas de interés globales, podrían estar cerca de su máximo, pero no se espera que bajen significativamente a corto plazo. En numerosas economías desarrolladas, aunque la inflación ha empezado a ceder, la inflación subyacente se mantiene alta. Esto apunta a que los bancos centrales seguirán combatiendo la inflación mediante el mantenimiento de tasas de interés elevadas, tal como indicó Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., en la reciente reunión de banqueros centrales en Jackson Hole. Las expectativas sobre una pausa en las subidas de tasas por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión del 19 al 20 de septiembre se han establecido en torno a un 80%, mientras que la probabilidad de un incremento en noviembre ha crecido en la última semana hasta aproximadamente un 50%.
Gráfico via CME Fedwatch que muestra la probabilidad de un incremento sobre las tasas de interés estadounidenses en noviembre, según los traders.
Al mismo tiempo, el crecimiento económico global se está desacelerando y podría mantenerse estancado por un tiempo. Se prevé que la tasa de crecimiento global para este año y el siguiente sea de apenas un 2,3%, notablemente inferior al promedio previo a la pandemia. De las principales economías que impulsan el crecimiento global, solo Estados Unidos muestra una robustez destacable. En la zona del euro, el crecimiento se ha estancado, y la economía china enfrenta serios desafíos, con implicaciones alarmantes para el resto del mundo.
A reminder from the @WSJ of the recent fall in the PMI's of some major Western economies.
— Mohamed A. El-Erian (@elerianm) August 29, 2023
As to the "compare and contrast," the goods/services dispersion and, in particular, the global slump in manufacturing is a major factor behind the US-Germany divergence.#economy… pic.twitter.com/RsVBq8g8My