Nuevas inversiones en los Estados Unidos y Europa tienen como objetivo desafiar el control de China sobre un ingrediente clave utilizado en la mayoría de las baterías de vehículos eléctricos: el grafito. Sin embargo, expertos de la industria señalan que será una batalla cuesta arriba. El enfoque se está desplazando hacia un nuevo frente: el grafito sintético, un elemento desarrollado a finales del siglo XIX, pero que solo se ha dirigido hacia los vehículos eléctricos en la última década. Su aplicación está creciendo rápidamente.
Se estima que el grafito sintético podría representar casi dos tercios del mercado de ánodos de baterías de vehículos eléctricos para 2025, según Benchmark Mineral Intelligence. Cada vehículo eléctrico necesita en promedio entre 50 y 100 kg de grafito en su paquete de batería para los ánodos, los electrodos negativos de una batería, aproximadamente el doble de la cantidad de litio. Aunque se espera que el mercado de grafito sintético crezca más del 40% en los próximos cinco años hasta alcanzar los 4.200 millones de dólares en 2028, según la firma de investigación Mordor Intelligence, las empresas que buscan abrir un nuevo camino se enfrentan a una competencia formidable por parte de China.