El objetivo es entregar una rentabilidad anual mínima entre +2,4% y +2,9% procedente directamente de los dividendos abonados por las compañías en cartera, pero conservando al menos intacto el patrimonio (i.e., manteniendo intacta la inversión inicial) en mediciones de 3 años móviles.
1978: Presidente con bigote y la inflación en 3 dígitos.
— Diana Mondino (@DianaMondino) December 2, 2022
1986: Presidente con bigote y la inflación en 3 dígitos.
2022: Presidente con bigote y la inflación en 3 dígitos.
ELIJO CREER
Si ésta se revaloriza, proporcionará una rentabilidad implícita adicional a la obtenida por dividendos, pero no será un objetivo por sí mismo sino una consecuencia indirecta… ¡aunque deseada!.
La rentabilidad anual mínima objetivo de +2,4%/+2,9% se justifica partiendo de la inflación esperada a 5 años para la Eurozona (+1,9%), que sería la pérdida de valor nominal anual de la inversión por la erosión de precios, más un diferencial real de entre 50 y 100 pb anuales como objetivo autoimpuesto. En definitiva, el objetivo es obtener una rentabilidad nominal anual equivalente a la inflación esperada a inicio de cada año, más 50/100 pb.