México otorgó a la estatal Pemex la operación de un importante yacimiento marino de crudo, que comparte con un consorcio liderado por Talos Energy, según un documento y tres fuentes vinculadas al tema, en medio de una ofensiva del Gobierno para tener más control sobre el clave sector energético local.
"Toda vez que el operador es uno de los elementos más importantes para la definición de la Resolución de Unificación que tiene que realizar esta Secretaría, se ha determinado designar a Pemex Exploración y Producción como el operador para el Área Unificada", dice el documento.
En mayo, la estadounidense Talos criticó los resultados de una evaluación realizada por una empresa de ingeniería externa contratada por las empresas, que concluyó que el consorcio poseía el 49.6% de la participación de Zama y Pemex el 50.4%.
"Creemos que el reciente análisis de terceros subestima los datos relevantes obtenidos durante la campaña de evaluación", dijo el director ejecutivo de Talos, Timothy Duncan, en ese momento.
Tanto Talos como Pemex han estado inmersos por meses en un largo proceso de unificación del yacimiento. Al no llegar a un acuerdo a finales de marzo tras un periodo de negociación extendido, quedó en manos de la Secretaría de Energía (Sener) decidir al operador del proyecto conjunto.
La secretaría instruyó a la firma mexicana y a Talos para que presenten una propuesta de plan de desarrollo en un plazo máximo de 30 días, de acuerdo al documento.
El presidente Andrés Manuel López Obrador es un férreo detractor de esa reforma y su Gobierno ha dado pasos concretos para revertirla. El mandatario asegura que sólo sirvió para debilitar a Pemex y la también estatal de electricidad CFE, y para favorecer al capital privado.