Vuelve el tema de la legalidad de invertir en criptomonedas en Rusia. ¿Prohibirá el banco central de este país a los inversores invertir en activos digitales? A principios de octubre, le informamos que Rusia quiere limitar las transacciones de criptomonedas. Hoy volvemos a este tema...
El banco central de Rusia ha decidido adoptar una actitud muy desfavorable hacia la industria de las criptomonedas. Nuevos informes indican que la institución quiere prohibir a los inversores locales invertir en activos digitales. Al justificar sus posibles planes para prohibir las inversiones en criptomonedas, el banco central ruso se refiere al riesgo potencial relacionado con la estabilidad financiera del país.
Como en casos anteriores, cuando el banco se pronunció en contra de la industria de las criptomonedas, la institución argumentó sus planes con el supuesto uso de activos digitales en actividades que estaban lejos de ser legales. Fuentes familiarizadas con el caso explicaron que el banco inició conversaciones con participantes del mercado y expertos sobre el procedimiento adicional para implementar la prohibición. Si se implementan los planes, Rusia prohibirá a los inversores operar con recursos digitales, aunque sin una orden de liquidar los que se han realizado hasta ahora.
Rusia se ha caracterizado más de una vez por al menos un enfoque controvertido sobre el tema de las criptomonedas y ha podido enviar señales contradictorias al respecto. La idea de prohibir los activos digitales ha estado presente al margen de Rusia desde hace algún tiempo, aunque finalmente no se ha materializado. Además, el viceministro de Finanzas aseguró recientemente que el estado no tiene la intención de seguir el camino de China e imponer una prohibición total a todo lo relacionado con las criptomonedas.
Algunos bancos locales, como Neobank, han estado bastante abiertos a la idea de implementar servicios basados en criptomonedas. Otros representantes de este sector declararon que antes de decidir implementar este tipo de servicios, los activos digitales tendrían que ganar total claridad en el contexto de la regulación.
