Una interrupción de la negociación de las acciones de Evergrande causó sensación en Hong Kong y el mundo entro, bien atento al futuro de la economía china, tan frágil las últimas semanas.
La inflación, la crisis energética, los problemas de la cadena de suministro, el tartamudeo del crecimiento económico, la preocupación de que las tasas de interés pueden subir más temprano que tarde y el actual problema de la deuda Evergrande de China sigue en primer plano, nublando las decisiones de inversión y enturbiando las aguas para cualquiera que intente hacer dinero en el mercado.
A ello le acompañaban otros sucesos contagiados por los fracasos relacionados con Evergrande. El índice Hang Seng de Hong Kong cayó un 2,2% con los mercados de China continental cerrados por vacaciones. El Stoxx 600 paneuropeo cayó un 0,3%.
Gráfico en tiempo real de Evergrande en un espacio de tiempo de un mes
Hong Kong se estremeció cuando las acciones de la inmobiliaria china Evergrande, muy endeudada, fueron suspendidas a la espera de la publicación por parte de la compañía de un anuncio que contiene información privilegiada sobre una transacción importante. En los medios estatales chinos surgieron informes de que un rival, Hopson Development, compraría una importante unidad de Evergrande. A consecuencia, también se detuvo la negociación de acciones de Hopson.