En la vida cotidiana como en el trabajo, el ser humano se ve influenciado por sus emociones en cualquier tipo de toma de decisión. Aquellas decisiones carentes de importancia son tomadas rápidamente. Sin embargo, cuando éstas acarren consecuencias relevantes, la toma de decisiones resulta más difícil. Emociones y sesgos psicológicos juegan un papel relevante en este último caso.
Cuando invertimos en bolsa, ocurre exactamente lo mismo. Cada inversión lleva consigo un determinado riesgo, por lo que la toma de decisión se suele ver afectada por las emociones. De ahí la importancia de una buena gestión emocional, a la hora de invertir.
El Psicotrading es la ciencia que se encarga de estudiar el comportamiento del inversor. Mediante esta ciencia, aprenderemos a controlar nuestras emociones frente a una toma de decisión. Controlar nuestras emociones y nuestros sesgos nos ayudarán a mejorar en nuestra operativa. Hay gente que es muy buen analista del mercado, pero muy mala operadora. Esto es debido a que no controla adecuadamente sus emociones
El control emocional es la parte más relevante a la hora de invertir en bolsa, ya que, a pesar de un buen análisis o una buena gestión monetaria, sino se gestiona adecuadamente las emociones, la operativa nunca saldrá exitosa.
Como hemos mencionado anteriormente, mejorando el control emocional podremos optimizar nuestros modelos de inversión. Algunos sesgos que pueden afectar, sobre todo al inversor falto de experiencia, son:
Consejo: Nunca se debe tomar una decisión de inversión, en base a las recomendaciones de nadie, por muy experto que se considere. Si arriesgas tu dinero deberías de ser tú mismo quien tome la última decisión, en base a criterios sostenibles, propios y con un riesgo perfectamente acotado. No te dejes llevar por la masa (medios, RRSS, gurús, expertos, etc.).
Consejo: Busca la información necesaria, una vez que sea útil y que complementaria a la información inicial, toma una decisión de inversión.
Consejo: La inversión bursátil no va de eso, sino de plantear hipótesis de inversión con altas probabilidades de éxito. No se debe intentar predecir la parte derecha del gráfico, ya que podemos caer en el sesgo cognitivo.
Consejo: Debemos de invertir en base a la información que percibamos del gráfico y los fundamentales, nunca hemos de tratar de adivinar la parte derecha del gráfico y operar en base a ese análisis.
Consejo: Una cura de humildad es necesario de vez en cuando para poner los pies en el suelo, y de esta manera ser siempre conscientes de nuestra estrategia operativa.
Consejo: Si la decisión de inversión se ha tomado una vez analiza la situación y siendo consciente del riesgo que puede asumir, no es necesario obtener confirmación. Será el propio mercado el que te confirme si estabas en lo cierto o por el contrario errabas en tu hipótesis.
Como hemos visto, la escasa gestión emocional suele llevar al inversor a tomar decisiones de inversión erróneas y a asumir más riesgo del necesario.
“Tomar decisiones es como hablar en prosa, la gente lo hace todo el tiempo, lo sepa o no.” (Daniel Kahneman)