El precio del oro ha tenido un período de éxitos. Contando desde finales de septiembre, el metal precioso ha registrado un marcado de aumento total. No obstante, todavía está lejos de cambiar el sistema técnico a la baja. Como podemos comprobar en el gráfico diario, hemos estado en una posición bajista durante meses y todas las subidas terminan cerca de la línea bajista.
Además, incluso las próximas buenas lecturas de inflación y ventas minoristas que obtuvimos esta semana, a pesar de que fortalecen el dólar al aumentar la presión sobre la Fed, no obstaculizan significativamente los aumentos del precio del oro.
Por lo tanto, parece que los compradores de oro están jugando contra un escenario en el que el aumento de la inflación no cumple con la aceleración del plan de alza de tasas de interés de EEUU, lo que tiene cierto sentido dada la renuencia de la Fed a normalizarse.
Ahora mismo tememos que la fortaleza del oro pueda terminar pronto. El máximo que alcanzará la demanda en la actual ola de crecimiento son los máximos de junio en 1.917 dólares. Los estrategas creen que una vuelta a las caídas es más realista, debido a la proximidad del pico de inflación. Si la inflación frena el crecimiento, habrá pocos argumentos para un nuevo aumento de los precios del oro.